Estados Unidos tiene en México al Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Servicio de Alguaciles, las Oficina de Aduanas, Protección Fronteriza, Coordinación de Defensa, de Investigación Migratoria, la Internacional de Asuntos Antinarcóticos, Procuración de Justicia y la Agencia Antidrogas (DEA) con 11 oficinas, pero se desconoce el número de agentes que las operan.
Fuentes diplomáticas presentes en los encuentros confirmaron que funcionarios de la embajada estadounidense mostraron preocupación por la pérdida de inmunidad diplomática de sus agentes de inteligencia.
Los funcionarios mexicanos les explicaron que el propósito no es reducir la cooperación, sino fortalecer los canales y mecanismos violados por sus vecinos.
En las reuniones se les expuso que con esas acciones se busca elevar a legislación los acuerdos informales que se tienen con Estados Unidos hace años y se persigue también un propósito de reorganización interna al respecto.
Con lo dispuesto en la nueva legislación para la seguridad interior, actos irregulares de agentes estadounidenses que realizan una misión en territorio mexicano, como algunos que causaron controversia en el pasado, serán llevados ante un tribunal con vistas a enfrentar las consecuencias de los mismos.
Por ejemplo, el secuestro por agentes de la DEA contra el médico Humberto Álvarez Machain, por supuesto involucramiento en el caso de la desaparición, tortura y asesinato del agente especial Enrique Kiki Camarena en 1985 para llevarlo ante la justicia de su país sin pasar por una orden de extradición.
O más recientemente, el caso del agente de la DEA Víctor Vázquez, quien participó activamente en la captura del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, luego de que los videos en el juicio contra el narcotraficante en Nueva York, demostraran que usó un uniforme de la Marina mexicana.