La sal es tanto un agente que favorece el fregado como un catalizador para otros ingredientes. Al echarle a tus recetas para limpiar, la sal mejora la acción desodorizante del lavaplatos cuando enjuaga. Puedes echar un poco de éste en tu sartén llena de aceite y fregarla. Mientras más gruesa sea la sal, mejor limpiará.

Si cuentas con una vieja sartén de hierro fundido, intenta sin el jabón. Cubre la sartén con sal y déjala durante unos diez minutos. Luego, toma una toalla húmeda, una esponja u otra herramienta de limpieza y tírala. La sal debe eliminar la suciedad.

Limpia Tu Plancha Con Sal

Si pasas la plancha sobre una mancha, puede terminar con suciedad en la herramienta. No transfieras ese desastre a tu próxima prenda de ropa, límpiala con sal. Aún si la sal entra en contacto con la acalorada plancha, no agarrará olor. La sal tiene un punto de ebullición de 1.473 grados F, mientras que la plancha usualmente llega a los 445 grados F en su punto más caliente.

Debido a que la sal no se derretirá, logrará deshacer todo el residuo de tus prendas. Rocía una hoja de papel con un poco de sal y frótala sobre ésta. Luego de haberlo hecho en un par de ocasiones, apaga la temperatura y una vez que se enfríe, limpia lo residual con un paño seco.

La Sal Alivia Las Picaduras De Bichos

Según un estudio del 2006 de la Food Microbiology, la sal es un anti microbios que reduce la cantidad de bacteria. Esta propiedad vuelve a la sal perfecta para las picaduras de diferentes bichos, especialmente de mosquitos. Si la picadura te genera muchas ganas de rascarte, intenta este truco.

Mezcla sal con un poco de agua. Cuando nos referimos a poco, verdaderamente poco, querrás convertirla en casi una pasta. Frota la mezcla en tu picadura. De manera alternativa puedes humedecer la picadura al frotarle encima sal. Si eliges este método, opta por sal fina que no te irritará más tarde.

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