CDMX a 19 de octubre, 2022.- México es considerado el principal corredor migratorio del mundo, también el segundo país emisor de migrantes internacionales, por lo que hay presencia de flujos migratorios mixtos, registrando un aumento de migrantes internacionales por razones de violencia, inseguridad y amenazas. Es país de origen, tránsito, destino y retorno.
Lo anterior, lo manifestó Elí Cruz de la Organización Internacional de las Migraciones en México (OIM), al referir que México es un espacio donde convergen muchos flujos migratorios y por lo tanto muchas situaciones de necesidades y desafíos, tanto de migración como de desplazamiento a nivel interno.
En 2021 se registró un total de 28 mil 867 desplazados internos por violencia en México, la cifra más alta desde que la ONG Comisión Mexicana de Defensa y Protección de los Derechos Humanos comenzó a documentar eventos de desplazamiento humano en 2016.
Mencionó que entre 2019-2022 se registraron en México 681 mil 789 eventos de detención. Tanto solo entre enero y abril de 2022 se registró un 32 % más que en el mismo periodo de 2021.
Existen grandes concentraciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México como resultado del Título 42 y los protocolos de protección migratoria.
Mencionó que los gobiernos han respondido ante los flujos migratorios con políticas de contención más restrictivas a partir de la pandemia, con asistencia, pero limitada protección considerando el panorama que viven los migrantes.
Las organizaciones internacionales han trabajado más a partir de la contingencia, pero los donantes tienen otras prioridades en muchas ocasiones, lo que genera limitación para las acciones; trabajan en busca de una respuesta regional que no solo sea de carácter asistencialista sino de protección integral.
La OIM trabaja en la capacitación de funcionarios de distintos niveles, por igual en escuchar y atender las necesidades de migrantes, sensibilización y prevención de riesgos, enfoque en grupos más vulnerables como mujeres, niñez y adolescentes, además de contrarrestar discursos de odio.
“A pesar de las políticas migratorias restrictivas, los servidores públicos son quienes dan la respuesta en la primera línea para las personas migrantes, por lo que se necesita fortalecer sus capacidades para que su atención sea con enfoque de derechos humanos”, complementó.
El trabajo de la OIM se basa en el derecho nacional, en el derecho internacional sobre derechos humanos y el Pacto Mundial sobre Migración, un acuerdo no vinculante con 23 objetivos, que aclara que cada Estado es soberano para determinar sus propias políticas migratorias.
