CDMX, 29 de enero del 2021.- Organizaciones integrantes de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA) Acción Ecológica, Academia Mexicana de Derecho Ambiental, Asociación Ecológica Santo Tomás, Frontera Comunes, Greenpeace, Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad presentaron su reporte titulado “Cuando la basura plástica nos alcanzó y nos rebasó. Escenario mexicano frente a la entrada en vigor de la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea: Claves aproximaciones y alternativas para entender y enfrentar la crisis por contaminación plástica, en el que hacen un llamado urgente al gobierno de México a cumplir firme y ambiciosamente con la instrumentación de la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea.
Piden prohibir importaciones de residuos plásticos tóxicos y contaminados para su incineración y/o coprocesamiento, debido a que la mayoría de éstos no pueden ser reciclados, por lo que terminan quemándose en hornos cementeros, en tiraderos de basura, cuerpos de agua, océanos, áreas naturales protegidas, en la ciudad, en el campo, deteriorando los ecosistemas y dañando la salud humana.
Esta Enmienda es una modificación formal a las disposiciones del Convenio de Basilea que tiene como objetivo atender la alta contaminación generada por los residuos plásticos a nivel mundial, tanto en el medio marino, como en las poblaciones locales de los países más pobres, afectados por las exportaciones de éstos y de otro tipo de residuos provenientes de países más ricos y desarrollados y tiene el propósito de proteger a los países menos desarrollados y promover la justicia ambiental para mejorar el control de los movimientos transfronterizos de los desechos plásticos y reforzar la aplicación del Convenio debido al elevado y rápido aumento de los niveles de basura plástica y microplásticos marinos.
“Cumplir cabalmente con la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea -del que México es firmante-, significará una oportunidad histórica para que México desarrolle políticas públicas dirigidas a atender el problema de la contaminación plástica desde su producción hasta el final de su vida útil, transitar hacia modelos de prevención y reducción y no de gestión y remediación ya que esto sería continuar en el mismo esquema de instrumentar modelos contaminantes de gestión de desechos plásticos como lo es la incineración, coprocesamiento o cualquier forma de tratamiento térmico-reciclaje energético”, señaló Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.