Ante las circunstancias que acabamos de citar, la intensidad y el tipo de respuesta que puede mostrar tu gato dependerá de factores como su personalidad, su desarrollo durante el periodo de socialización o su capacidad de adaptación a los cambios.
Algunos gatos se vuelven más precavidos, exploran de forma cautelosa y vuelven a marcar su territorio intensamente mediante el marcaje facial, con orina o con sus uñas, con la intención de restablecer su territorio y readaptarse a la situación.
Otros desarrollan respuestas de ansiedad, estrés o miedo. Esto hace que puedan volverse más inseguros y miedosos, se escondan, muestren apatía, dejen de comer o realicen sus deposiciones fuera del arenero.
Y también los hay que muestran un comportamiento agresivo hacia el sujeto que perciben como amenaza o competencia. En estos casos, los signos que podrás observar y que pueden hacerte pensar que tienes un gato celoso son estos: