CDMX 8 de marzo del 2021.-Telecomunicaciones de México es pionero, como institución federal, en otorgar a la mujer oportunidades de acceso al trabajo, al poco tiempo de comenzar la operación de la comunicación en nuestro país, ampliando su horizonte, compartiendo inquietudes, anhelos de superación, demostrando inteligencia, habilidad, integridad moral, así como valentía en los momentos difíciles que compartimos en el ejercicio de las labores de la profesión de TELEGRAFISTA, la cuál fue una de las primeras ocupaciones tecnológicas abiertas a las mujeres.
El papel de la mujer en el desarrollo y progreso económico de nuestro país ha sido muy importante. Tal es el caso de Luz María Bonequi, quien aparece en los archivos históricos de la Escuela Nacional Preparatoria, en la sección de inscripciones de 1883, como la primera mujer mexicana inscrita para la profesión de telegrafista.
Para 1895, ya había 22 operadoras telefónicas en México. Entre los requisitos que tenían que cubrir, estaban el ser soltera y demostrar una educación moral impecable; las desventajas que tenían en comparación a los hombres, era que les pagaban menos que a ellos, no podían defender sus derechos por medio de un sindicato y, al casarse, perdían su empleo. El reconocimiento social a su trabajo y la experiencia de vivir nuevas relaciones con sus compañeras de labores, al margen de la familia, les dio una perspectiva distinta de su situación y su papel en la sociedad, pero también las enfrentó a la desigualdad en un entorno profundamente tradicional.
Si bien, las redes técnicas del Telégrafo y el Teléfono han estado centradas en la figura masculina, las mujeres acompañaron y contribuyeron, en gran medida, a las transformaciones técnicas y tecnológicas de la comunicación; fueron y son fundamentales para el progreso de México y el mundo.
