Ciudad de México, 16 de diciembre de 2020.- Un condado de Anhui, sur de China, informó hoy el hallazgo de muestras positivas del coronavirus SARS-CoV-2 en paquetes de muslos de pollo de factura nacional, algo que hasta ahora solo se reportaba en alimentos extranjeros.
El suceso ocurrió en la localidad de Lai’an e implicó la realización de pruebas de salud al personal de la planta productora, pero de momento ninguno está infectado con el patógeno (causante de la Covid-19).
Las autoridades también revisaron oficinas y demás espacios de la instalación, y tampoco detectaron al virus.
Se trata de la primera vez que China descubre trazas del SARS-CoV-2 en cárnicos congelados que elaboran sus compañías, pues en meses recientes solo lo reportó en productos y contenedores llegados del exterior, y los vinculó con sus últimos rebrotes de Covid-19.
La situación conllevó a alertas de epidemiólogos sobre la necesidad de supervisar todos los artículos, incluso aquellos que no requieren cadenas de frío, y avivó el debate aquí sobre si realmente el virus surgió en Wuhan, mientras algunos observadores defienden la tesis de que pudo originarse en otro país.
Por otro lado, farmacéuticas como Sinopharm y Sinovac fijaron en 200 yuanes (30,57 dólares) el precio de cada dosis de sus vacunas contra la patología, en medio de la extensión a más sectores de la población del programa de uso emergente.
El condado de Tangyuan en la provincia de Heilongjiang (noreste) es el último en abrir la inoculación masiva y cobrará 420 yuanes (60 dólares) por ambas dosis, la jeringuilla y el seguro.
Especialistas aquí estiman que si el 80 por ciento de los habitantes se aplica la vacuna, sería más difícil la circulación del SARS-CoV-2.
Millones de personas en China recibieron las sustancias más avanzadas que se desarrollaron en el país, tras la apertura del programa emergente en julio pasado.
Se prevé que el Gobierno apruebe la salida formal al mercado de esos medicamentos antes del cierre de 2020.
Prensa Latina
