México a 15 de noviembre del 2021.- Con acciones de contención, la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración bloquearon el acceso al municipio de Matías Romero, Oaxaca, para evitar que el éxodo migratorio avance hacia Veracruz.
Durante las horas que estuvieron varados, algunos migrantes desesperaron y protagonizaron una riña. Posteriormente los ánimos se calmaron y los propios integrantes de la caravana llamaron a la paz y unidad del grupo.
En trifulca, cuatro migrantes fueron trasladados a servicio médico y al menos ocho más, fueron expulsados de esta caravana que, a decir de sus organizadores, buscan caminar en paz y sin caer en provocaciones.
En redes sociales, Irineo Mujica Arzate, defensor de los derechos humanos y acompañante del grupo en movilidad humana que salió el pasado 23 de octubre de Tapachula, Chiapas, dijo que la entrada al municipio fue cerrada evitando el paso de vehículos y de los migrantes que caminan a la orilla de la Carretera Transístmica.
“No les importa la población con tal de estrangular la caravana han decidido completamente quebrar la única vía de acceso en Oaxaca y se han encargado de hacer un caos con tal de que los migrantes queden encerrados y no puedan pedir raite ni salir de aquí”, dijo el fundador de Pueblo Sin Fronteras.
Agregó que el actuar del INM es bajo la consigna de protección, pero “cada vez que este gobierno dice protección en realidad quiere decir contención; los encapsularon”, a pesar de que la marcha de personas, en su mayoría con necesidades de protección internacional, avanza de manera ordenada.
“El clima está horrible y los niños que ya no tienen gripa y han reestablecido su salud pueden empeorar, porque hay un frente frío y no les permiten pasar”, lamentó el defensor.
Al final, la caravana migrante pudo avanzar 17 kilómetros hacia Piedra Blanca, municipio de San Juan Guichicovi, Oaxaca.
En las historias del éxodo migratorio, un joven nicaragüense buscó refugio en México y a cambio fue detenido en la estación migratoria Siglo 21 de Tapachula y posteriormente abandonado por el mismo INM en la frontera de Talismán- Guatemala.
Ahora viaja con 11 personas más de la misma nacionalidad y caminan en la caravana pues tiene la esperanza de realizar el trámite en otra entidad mexicana donde respeten sus derechos humanos y al refugio.
“RETENES DE MUERTE”: En el mismo tenor, Luis García Villagrán, fundador del Centro de Dignificación Humana, dio a conocer que en los próximos días un nuevo grupo de migrantes saldrá de Tapachula y previamente, hizo un llamado al gobierno de Chiapas para que investigue los retenes policiacos.
Recordó la lamentable muerte de dos personas de origen cubano en uno de estos puestos policiacos el pasado 1 de noviembre, cuando se trasladaban a bordo de una camioneta a la que los elementos de la Guardia Nacional dispararon en el municipio de Pijijiapan.
Asimismo, mencionó la violencia documentada el pasado 5 de noviembre por organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación: como los delitos en el tramo Tonalá-Boca del Cielo donde varios migrantes fueron despojados de teléfonos móviles, de dinero en efectivo y las mujeres fueron manoseadas y violentadas verbalmente a manos de presuntos policías sectoriales, dependientes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
“Denunciamos claramente que la corporación protege intereses del narco y del crimen organizado, no para defender a la ciudadanía, mucho menos a las personas migrantes. Incluso platicamos con pobladores que se dicen hartos de que los detienen en el retén cuando se sabe que protegen incluso a su jefe que tiene vínculos con el crimen organizado”.
“Hay denuncias, pero la fiscalía de migrantes no los toma como víctimas de delito por acuerdos del Instituto Nacional de Migración. Por ello pedimos al gobernador tomar cartas en el asunto”, hizo hincapié.
DETECTAN CASOS DE COVID: La caravana migrante avanzó este fin de semana de manera más rápida por el estado de Oaxaca, en medio de cansancio y más de 400 kilómetros recorridos desde su salida de Tapachula, el pasado 23 de octubre.
Sin embargo, más miembros de este contingente se han entregado en las últimas horas al grupo Beta, dependiente del Instituto Nacional de Migración (INM), para ser trasladados a distintas sedes migratorias del país.
Un grupo de migrantes, que fue enviado a Nayarit, fue puesto a pruebas de antígeno para detectar posibles contagios por COVID-19.
Del total del grupo, 40 resultaron negativos y tres positivos, que fueron canalizados al sector salud para recibir tratamiento y control médico en el albergue temporal del DIF.
“A todas las personas se les entregó tarjeta de visitante por razones humanitarias. Se precisa el caso de una persona menor de edad no acompañada que quedó bajo el cuidado y protección del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal”, expuso el INM en un comunicado.
La caravana descansó este fin de semana en el municipio de Matías de Romero, donde analizan la estrategia para continuar en su ruta hacia Acayucan, ya en el estado de Veracruz.
El grupo ha disminuido en su número de integrantes. Desde su salida, se estimó un aproximado de 4 mil 500 personas. En este momento, un aproximado de mil 300 personas siguen con la intención de llegar al centro del país y, en consecuencia, al estado de Sonora, donde buscarán su regularización migratoria para intentar llegar a Estados Unidos.
Pero el fenómeno de las caravanas no termina. El próximo miércoles 17 de noviembre, otro grupo de extranjeros buscará salir desde Tapachula liderados por el activista Luis García Villagrán, quien ha señalado que se insistirá en avanzar por carreteras del sur de México, ya que es la única forma en que el gobierno mexicano resuelve la situación de miles de migrantes varados en la que han denominado la ciudad cárcel.
Otro grupo replicaría la salida masiva desde Coatzacoalcos, en Veracruz, donde cientos de migrantes permanecen varados y ven una oportunidad de avanzar hacia el norte del país.
