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También por la crisis sanitaria se alteraron las pautas de gasto de los consumidores y el nivel de inflación de los precios a los que se enfrentan. En particular, las medidas de bloqueo afectaron a la oferta y la demanda de determinados productos y, por ende, a sus precios.
Valentina Stoevska, estadística superior de la OIT, señaló que un número cada vez mayor de personas perdió su empleo o trabaja menos con una notable reducción de sus ingresos, por lo que, en consecuencia, la demanda de muchos bienes y servicios no esenciales se desplomó.
Por la Covid-19 a nivel mundial, en agosto de 2020 los precios de los productos alimenticios eran como promedio un 5,5 por ciento más altos que en igual mes de 2019.
Según la especialista de la OIT, el aumento del valor de los alimentos puede tener un gran impacto en el nivel de vida de los hogares de menores ingresos, que por lo general gastan la mayor parte de sus ingresos en comida.