Ciudad de México, 15 de enero de 2021.-En 2010 el gobierno de Felipe Calderón afirmó de manera eufórica y victoriosa que, con el sistema penitenciario que él inauguraba, el costo de mantener a cada reo pasaría de 690 a sólo 230 pesos diarios.
Una década después, según reportes oficiales, cada recluso federal le cuesta a los mexicanos 3 mil 500 pesos diarios en promedio; es decir, 15 veces más de lo prometido. El negocio de los penales privados, echado a andar en el sexenio de Calderón a un constó de casi 200 mil millones de pesos, y consolidado en el de Enrique Peña Nieto, se llevó a cabo, de acuerdo con estimaciones de la Auditoría Superior de la Federación, con un «sobrecosto injustificable» de por lo menos 41 mil millones de pesos.