Si hubiera algún concurso para buscar la capital de las artesanías en México, seguramente Tonalá estaría peleando alguno de los primeros lugares. Este municipio, ubicado en la zona metropolitana de Guadalajara, se ha moldeado en los hornos alfareros y el barro de sus tierras que lo han llevado a la fama internacional.
Las favoritas suelen ser elaboradas en barro, hierro forjado, vidrio soplado, papel maché, madera, cobre, yeso y cerámica, de esta última hay un museo in situ completamente dedicado a la técnica, agrégalo a tu itinerario.
El “Lugar por donde sale el sol”, según su nombre de origen náhuatl, te deslumbrará con sus edificaciones. No hay mejor forma de adentrarte en las entrañas de Tonalá que visitando su centro histórico, la Parroquia de Santo Domingo cuya fachada de cantera finamente tallada es un bello ejemplo del sincretismo colonial.
Además, el palacio municipal con sus muros de barro y la plaza Cihualpilli coronada por su hermoso kiosco francés.
Si de tanto caminar se te ha abierto el apetito, prueba la comida típica como el pipián, las bolitas de carne, las campechanas y la birria de chivo o ternera. Y no hay mejor bebida para acompañarlas que un tejuino (cerveza de maíz) o agua de lima súper frías.
