La secuela esperada de una de las películas animadas más queridas de la última década ya está aquí, y no decepciona. “Zootopia 2” arribó a los cines diez años después de la primera entrega, retomando la historia de Judy Hopps y Nick Wilde, y se convirtió en un éxito global que supera todas las expectativas.
En Estados Unidos, la cinta recaudó 96 millones de dólares durante el fin de semana de estreno, mientras que en su ventana inicial de cinco días alcanzó los 156 millones. Pero el impacto real vino del extranjero: desde su estreno el pasado miércoles ya acumula 556 millones de dólares a nivel mundial, lo que la posiciona como el mayor debut internacional para una película animada de la historia, además de situarla como uno de los cuatro estrenos globales más grandes jamás registrados.
Detrás del fenómeno están los directores Jared Bush y Byron Howard, con guion de Bush y producción de Yvett Merino, quienes reunieron de nuevo al elenco original —Ginnifer Goodwin, Jason Bateman, Shakira, Idris Elba, Alan Tudyk, entre otros— y añadieron nuevas voces como Ke Huy Quan, Andy Samberg, Quinta Brunson y Danny Trejo, para dar vida a nuevos personajes y expandir el universo de Animal City.
La película no sólo brilla por su recaudación y su roster estelar, sino por su capacidad para reflejar conflictos sociales contemporáneos a través de una metáfora animal. Según Howard, la trama vuelve a reflejar la complejidad humana y el valor de la diversidad: la historia plantea que las diferencias pueden unirnos en lugar de separarnos. Esa decisión creativa, dice, explica por qué Zootopia sigue resonando una década después.
En “Zootopia 2”, Judy y Nick enfrentan su primera misión oficial como policías, lo que desata una conspiración que los obliga a limpiar su nombre y desenmascarar al villano reptiliano Gary De’Snake. La película amplía los límites de la ciudad ficticia, con barrios periféricos, ecosistemas olvidados y nuevas comunidades que reflejan realidades distintas: una forma animada —pero poderosa— de hablar sobre prejuicios, unidad y cambio social.
Para producir esta secuela, más de 700 artistas trabajaron en la animación, diseñando nuevos personajes, climas, especies, escenarios y secuencias de acción. La magnitud del proyecto reafirma el compromiso del estudio por ofrecer un producto técnicamente ambicioso y emocionalmente profundo.
El éxito de “Zootopia 2” demuestra que una buena historia, bien contada y con un mensaje universal, sigue teniendo un lugar en el cine global. En tiempos divididos, Judy y Nick recuerdan que la comprensión y la empatía pueden construir ciudades más grandes… y más justas.
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