Por Bruno Cortés
En San Lázaro, el poder no solo se ejerce con discursos en tribuna o negociaciones entre partidos. A veces, también se abre espacio para escuchar —o al menos intentarlo— a quienes están por tomar la estafeta del país: las y los jóvenes. Eso fue justo lo que ocurrió en el arranque del foro “Jóvenes dialogando por el segundo piso de la transformación”, que ya va por su sexta edición, y esta vez, con un mensaje que no se anda con rodeos: el relevo generacional no solo es necesario, es urgente.
El encargado de abrir el foro fue nada menos que Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, es decir, uno de los personajes más influyentes del Congreso. Y desde el primer minuto dejó claro que este foro no era solo para tomarse la foto con juventudes, sino para prepararlas políticamente.
“México tiene que estar en debate permanente, y ustedes deben formar parte de él”, soltó Monreal ante decenas de jóvenes que llegaron desde distintos puntos del país para este ejercicio. Pero la sorpresa no fue solo la convocatoria: por primera vez, la mayoría de asistentes fueron mujeres jóvenes, con un 77% del total. Un dato que, aunque parece menor, manda un mensaje fuerte sobre quiénes están verdaderamente tomando los espacios de participación.
Lo interesante de este foro no es solo que haya mesas de discusión. Es que, a diferencia de muchos eventos políticos que se quedan en pura palabrería, aquí se intenta poner sobre la mesa los temas de fondo: ¿qué significa la Cuarta Transformación para las nuevas generaciones?, ¿qué valores deberían guiar al próximo liderazgo político?, ¿y qué viene después del llamado “segundo piso”?
Monreal lo explicó sin florituras: el foro busca que las juventudes entiendan por qué Morena y sus aliados han empujado una transformación del modelo económico y político, y qué se necesita para darle continuidad sin repetir errores del pasado. No es una escuela de cuadros como las del PRI en los 80, pero sí un esfuerzo por formar pensamiento crítico con base en principios, según dijo.
Además, no estuvieron solos. A lo largo del evento participarán diputados, diputadas y exfuncionarios con experiencia de gobierno real, como Cruz Pérez Cuéllar, actual alcalde de Ciudad Juárez; Yoloczin Domínguez, legisladora por Acapulco; Emilio Ramón Ramírez, representante de pueblos indígenas en Chiapas; y otros como Ricardo Madrid y Pedro Mario Centeno, con trayectorias que van de lo legislativo a lo administrativo.
Y sí, el evento tiene una clara línea política: formar una nueva generación de liderazgos que puedan sostener el proyecto de la 4T, más allá de López Obrador. Pero, a diferencia de otros partidos, aquí se hace abiertamente y con ciertos principios que Monreal enlistó como si fueran una especie de decálogo del nuevo político mexicano: honestidad, humildad, tolerancia, preparación, prudencia y argumentación razonada, por mencionar algunos.
También dejó un mensaje claro para los asistentes: “Prepárense. Sean mejores que nosotros. No le fallen al país.” Algo que, viniendo de uno de los hombres fuertes del oficialismo, suena más a un pase de estafeta que a un consejo.
Este tipo de foros, aunque no cambian leyes ni reparten presupuestos, sí marcan el tono del discurso político que viene. Y sobre todo, revelan hacia dónde está mirando Morena cuando habla del futuro. En este caso, está mirando directo a las juventudes, no como votantes pasivos, sino como posibles protagonistas del próximo capítulo político.
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