Noticias de México

Historia de lo inmediato

Sheinbaum lanza plan para rescatar a Pemex y hacerlo rentable en 2027

Por Juan Pablo Ojeda

 

El gobierno de Claudia Sheinbaum arrancó su administración con una jugada estratégica de alto calibre: un plan a diez años para rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal más emblemática —y también una de las más endeudadas del planeta.

Este lunes en Palacio Nacional, el equipo económico de la presidenta presentó el Plan Estratégico 2025-2035, una ruta que busca sanear las finanzas de Pemex, reducir su carga fiscal y convertirla en una empresa productiva y sostenible antes de que termine el sexenio.

La clave del plan está en dos fases. Primero, durante 2025 y 2026, la Secretaría de Hacienda se encargará de apoyar financieramente a la petrolera para que pueda cumplir sus compromisos de deuda, sin poner en riesgo sus operaciones. En otras palabras: el gobierno le va a meter el hombro para que no se ahogue.

La segunda etapa empieza en 2027, cuando, según el plan, Pemex deberá alcanzar un balance operativo positivo, es decir, generar suficientes ingresos para mantenerse por sí misma, sin depender de transferencias públicas. Esto implicará también una carga fiscal más ligera, lo que le permitirá a la empresa reinvertir en infraestructura, tecnología y producción, en lugar de usar sus ingresos solo para pagar impuestos o deudas.

En términos técnicos, el plan busca mantener una producción estable de 1.8 millones de barriles diarios de petróleo, pero también enfocar la producción en petrolíferos de alto valor, como gasolinas, diésel y turbosina, tres productos clave para el mercado nacional y para alcanzar la autosuficiencia energética, uno de los grandes objetivos heredados del proyecto lopezobradorista.

Este anuncio marca un viraje: no se trata solo de mantener a Pemex con vida, sino de transformarla en una empresa viable para la próxima década, en un contexto internacional donde las energías renovables avanzan, pero el petróleo sigue siendo estratégico.

El reto no es menor. Pemex arrastra una deuda que supera los 100 mil millones de dólares, una carga financiera que ha sido motivo de preocupación para agencias calificadoras, inversionistas y organismos internacionales. Sin embargo, con este plan, Sheinbaum busca enviar una señal clara: Pemex no se vende, no se abandona, pero sí se transforma.

El seguimiento de este plan y su implementación marcarán buena parte del sexenio de Sheinbaum. Si logra poner a Pemex en números negros y con operaciones sostenibles hacia 2027, no solo será un logro económico, sino también político, al haber rescatado con rumbo de largo plazo a uno de los símbolos más importantes del nacionalismo energético mexicano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *