Por Juan Pablo Ojeda
Durante su conferencia matutina conocida como La Mañanera del Pueblo, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó un audio de 2015 en el que se escucha al entonces presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, burlarse de forma racista de un representante indígena.
El audio fue difundido originalmente hace nueve años, pero la presidenta lo recuperó en el contexto de una pregunta sobre el nuevo posicionamiento de las culturas indígenas y los pueblos originarios en América Latina. Frente a la prensa, Sheinbaum calificó el contenido del audio como una muestra de autoritarismo y racismo institucional, y enfatizó que quien respalda a personas con ese tipo de expresiones, también vulnera la dignidad de los pueblos originarios.
“El racismo es una herencia del colonialismo que ha perdurado durante siglos. Es hora de erradicarlo de raíz en nuestro país”, dijo la mandataria.
¿Qué pasó con el audio?
El audio en cuestión corresponde a una conversación privada de 2015, en la que Lorenzo Córdova imitó de manera burlesca el modo de hablar de Hipólito Arriaga Pote, un dirigente indígena que participó en un taller donde se discutía la representación política de los pueblos originarios. La grabación se filtró en redes sociales y causó escándalo, especialmente por el tono discriminatorio del exfuncionario.
Córdova no negó la autenticidad del audio y, en su momento, presentó una denuncia por la intervención ilegal de su llamada telefónica. Sin embargo, la atención pública se centró en el contenido, más que en el origen de la filtración. Organizaciones sociales, activistas y comunidades indígenas exigieron una disculpa pública y acciones concretas contra el racismo.
Ahora, en 2025, el tema vuelve a la discusión pública porque Lorenzo Córdova solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que eliminen de los libros de texto gratuitos la mención a este episodio en el que se le señala como autor de actos discriminatorios.
Un llamado a la justicia histórica
Sheinbaum subrayó que su administración trabaja para reivindicar la dignidad de los pueblos originarios y avanzar hacia un país libre de discriminación. Dijo que esta nueva etapa debe dejar atrás el clasismo y el racismo institucionalizados, y construir una sociedad donde todos tengan las mismas oportunidades y el mismo respeto.
“El racismo no solo ofende, también excluye y perpetúa la desigualdad. No podemos seguir tolerando que las instituciones estén dirigidas por personas que ven con desprecio a quienes históricamente han sido marginados”, sentenció la mandataria.
El episodio revive un debate pendiente en México: el papel de los funcionarios públicos y los organismos autónomos en la promoción de una verdadera inclusión cultural y política. Y en ese terreno, la presidenta Sheinbaum dejó claro que el racismo ya no tiene cabida en el nuevo rostro del país.
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