Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo metió las manos al fuego por el proyecto de gas natural Saguaro, en Puerto Peñasco, Sonora, al asegurar que no avanzará ni un centímetro sin garantizar la protección de la vaquita marina y de toda la biodiversidad del Golfo de California.
Explicó que el proyecto cuenta con un impacto ambiental aprobado por Semarnat, encabezada por Alicia Bárcena, aunque la dependencia sigue revisando detalles clave: cuántos barcos podrían entrar, por qué rutas y bajo qué condiciones para evitar cualquier afectación a este ecosistema único.
Sheinbaum recordó que el Golfo de California es una zona con una biodiversidad “extraordinaria”, y que cualquier incremento en el tráfico marítimo debe hacerse con sumo cuidado. Subrayó que México recibió recientemente un reconocimiento internacional por la protección de la vaquita marina, lo que —dijo— obliga a reforzar todas las medidas antes de autorizar movimientos de gran escala.
Sobre el avance interno del proyecto Saguaro, la presidenta fue clara: “no hay irregularidades”. Detalló que las autoridades federales revisan la disponibilidad del gas natural y si será necesario construir un gasoducto adicional. Todo esto, explicó, tiene que ver con que el hidrocarburo proviene de Texas y con los acuerdos comerciales que han hecho más viable exportarlo por México hacia Asia.
Mencionó que Corea del Sur ha manifestado interés en comprar gas estadounidense, por lo que la ruta mexicana se perfila como una alternativa más rápida y estratégica que transportarlo dentro de Estados Unidos hasta el Pacífico.
Sheinbaum insistió en que el proyecto continúa en revisión y que cualquier autorización final dependerá de garantizar dos cosas: protección ambiental total y que no existan impactos negativos sobre la biodiversidad, especialmente la vaquita marina, la especie marina más amenazada del mundo.
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