Por Juan Pablo Ojeda
En Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno ya trabaja en una estrategia conjunta con productores de jitomate para hacer frente a la reciente imposición de un arancel del 17.09% por parte del gobierno de Estados Unidos a la exportación de ese alimento, uno de los más representativos del campo mexicano.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que esta estrategia será parte del Plan México, una iniciativa económica y social de su administración con la que busca fortalecer el mercado interno y proteger a sectores clave de la producción nacional ante presiones externas.
“Espero que la próxima semana podamos anunciar una serie de acciones que vamos a desarrollar con todas las asociaciones y productores de jitomate del país”, declaró Sheinbaum, sin adelantar detalles específicos, pero anticipando que el plan incluirá opciones reales y viables para los productores nacionales.
La presidenta también recordó que actualmente existe una mesa de negociación con Estados Unidos que se mantiene abierta hasta el 1 de agosto. El objetivo, dijo, es llegar a un acuerdo que incluya al jitomate y evite mayores afectaciones a los productores mexicanos. Sin embargo, advirtió que si no se llega a un consenso antes de esa fecha, su gobierno informará sobre nuevas medidas, todas enfocadas en proteger al sector y asegurar su viabilidad económica.
Sheinbaum dejó claro que su gobierno no se quedará de brazos cruzados ante decisiones unilaterales que golpean directamente al campo mexicano, especialmente en cultivos tan sensibles como el jitomate, del que México es uno de los principales exportadores del mundo. También subrayó que el apoyo no será genérico, sino que se está diseñando un esquema especial dentro del Plan México, trabajado directamente con las y los jitomateros.
Este anuncio se da en un contexto de tensiones comerciales crecientes entre México y Estados Unidos, donde el jitomate vuelve a convertirse en un punto de fricción. Ya en años anteriores el tema había provocado litigios y presiones por parte de productores estadounidenses que acusan prácticas desleales, aunque sin pruebas concluyentes, y ahora con una nueva amenaza arancelaria sobre la mesa.
La estrategia que prepara Sheinbaum podría incluir incentivos fiscales, canales de distribución internos y exportaciones alternativas, aunque todo será detallado la próxima semana. Lo que ya es seguro, según palabras de la presidenta, es que el Gobierno Federal saldrá en defensa del campo nacional, en línea con su visión de soberanía alimentaria y reactivación económica con justicia social.
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