Por Juan Pablo Ojeda
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que 355 migrantes mexicanos han sido detenidos en redadas migratorias en Estados Unidos, cifra que ha encendido las alarmas dentro del Gobierno de México.
La mandataria detalló que, tan solo el jueves 10 de julio, tras una redada en campos agrícolas del condado de Santa Barbara, California, el consulado mexicano en esa región recibió 25 llamadas de emergencia por parte de familiares de los detenidos. Sin embargo, subrayó que aún se está recabando el total preciso de afectados, ya que las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) continúan.
En esa operación, ocurrida en la zona de Carpinteria, se generaron protestas en los mismos campos de cultivo donde los agentes realizaron los arrestos. La tensión escaló cuando los oficiales lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, un acto que fue calificado por organizaciones civiles como una respuesta excesiva.
Ante este escenario, Sheinbaum anunció que el Gobierno mexicano activó su protocolo de atención consular y condenó enérgicamente estas redadas, calificándolas como “muy injustas” y perjudiciales para la economía estadounidense. En palabras de la presidenta, “los migrantes mexicanos y latinos han sido clave en levantar la economía de Estados Unidos, sin ellos los campos de California no van a producir”.
Como medida inmediata, la mandataria informó que ampliará el presupuesto de los consulados mexicanos en Estados Unidos, especialmente para fortalecer el apoyo jurídico y legal a connacionales en situación migratoria vulnerable. “Estamos ampliando los recursos, el presupuesto de los consulados, sobre todo para el apoyo legal que requieren todos nuestros hermanos y hermanas”, expresó con firmeza.
Además, Sheinbaum reveló nuevas cifras sobre repatriaciones: desde que Donald Trump asumió su segundo mandato el 20 de enero, han sido devueltas 73,533 personas, de las cuales 67,008 son mexicanas. Desde que ella tomó posesión como presidenta, el 1 de octubre, han sido deportadas 138 mil personas, incluyendo 126 mil mexicanos y 11 mil extranjeros.
Estas acciones migratorias forman parte del plan de Trump para acelerar deportaciones y cumplir su promesa de campaña de expulsar a más de 11 millones de personas indocumentadas que viven en Estados Unidos. Las redadas en ciudades como Los Ángeles han provocado una ola de protestas en todo el país, frente a las cuales la Casa Blanca ha respondido con el despliegue de la Guardia Nacional.
La respuesta de Sheinbaum ha sido clara: defenderá a los mexicanos en el exterior con todos los recursos del Estado, con diplomacia, pero sin dejar pasar por alto los abusos. En su mensaje, enfatizó que el apoyo a los migrantes es una prioridad de su gobierno, y que México no dará la espalda a quienes han contribuido durante años al desarrollo económico y social de su país vecino.
La crisis migratoria, ahora más aguda que nunca, se convierte en una prueba clave de liderazgo bilateral y de política exterior para la nueva administración mexicana.
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