Por Juan Pablo Ojeda
Una jornada laboral de cuatro días a la semana, sin reducción salarial, mejora la salud mental, física y el rendimiento laboral de los trabajadores, al mismo tiempo que beneficia la productividad de las empresas. Así lo confirma un estudio publicado por la revista Nature Human Behaviour, en el que participaron casi 3 mil empleados de 141 compañías distribuidas en seis países: Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos.
La investigación, liderada por académicos de la Universidad de Boston y el University College de Dublín, refuerza el debate global sobre la viabilidad de reducir la jornada laboral sin afectar los ingresos de los trabajadores, en particular en contextos como el mexicano, donde la reforma para disminuir los días laborables está bajo análisis legislativo.
Menos agotamiento, más salud y mejores resultados
El estudio se basó en encuestas realizadas durante seis meses a 2,896 empleados que experimentaron una reducción de horas laborales. Se dividieron en tres grupos: quienes trabajaron 8 horas menos a la semana, organizándose en cuatro días laborales; quienes redujeron entre 5 a 7 horas; y quienes trabajaron 1 a 4 horas menos. Los resultados fueron contrastados con un grupo de control de 285 empleados sin cambios en su jornada.
Los hallazgos son contundentes: quienes trabajaron cuatro días a la semana reportaron una significativa mejoría en la salud mental y física, menos fatiga, una mayor satisfacción laboral y mejor calidad del sueño. Aunque los otros dos grupos también mostraron mejoras, estas fueron menos pronunciadas que en quienes adoptaron la semana de cuatro días completa.
Además, se detectó una mayor capacidad de concentración y rendimiento laboral, lo cual derriba mitos sobre la baja productividad asociada a la reducción de horas de trabajo.
Un llamado global a repensar los esquemas laborales
Los investigadores subrayan que estas conclusiones no solo deben quedar en el ámbito académico, sino que deben traducirse en acciones concretas de política pública y estrategias empresariales. “Nuestro estudio destaca el potencial que tienen las empresas y los responsables políticos para mejorar el bienestar de los empleados reduciendo las horas de trabajo”, señalan.
El análisis toma relevancia frente a iniciativas como la promovida por la plataforma 4 Day Week Global, que ha coordinado ensayos similares con más de 375 empresas en todo el mundo, abogando por semanas laborales más cortas sin afectar el salario.
En México, donde la jornada laboral semanal de 48 horas es una de las más extensas entre los países de la OCDE, el debate legislativo sobre su reducción ha ganado fuerza, con argumentos centrados en la salud mental, la productividad y el bienestar general de los trabajadores.
Una reforma laboral con sustento científico
Para el caso mexicano, estos resultados ofrecen evidencia concreta para impulsar una reforma laboral estructural. El impacto positivo de una jornada de cuatro días no solo se refleja en indicadores de salud, sino también en beneficios empresariales como mayor retención de talento, menores niveles de ausentismo y aumento en la eficiencia operativa.
En este contexto, la experiencia internacional documentada en el estudio de Nature Human Behaviour podría servir como insumo clave para fortalecer propuestas legislativas que plantean la reducción de la jornada laboral en el país, sin afectar los ingresos de las y los trabajadores.
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