Por Juan Pablo Ojeda
Un hallazgo milenario en China podría reescribir la historia de nuestra especie. El cráneo Yunxian 2, descubierto en 1990 en la provincia de Hubei, fue sometido a una reconstrucción digital de alta tecnología por investigadores de la Universidad de Fudan y el Museo de Historia Natural del Reino Unido, revelando que pertenece a una rama temprana del Homo longi, un linaje considerado “hermano” de los humanos modernos.
El fósil, con aproximadamente un millón de años de antigüedad, había estado demasiado deteriorado para ubicarlo correctamente en la línea evolutiva. Gracias al avanzado análisis digital, los científicos corrigieron distorsiones previas y confirmaron que Yunxian 2 comparte características con el Dragon Man, otro fósil hallado en 2021, y probablemente pertenece al grupo de los denisovanos.
Este descubrimiento sugiere que la separación entre Homo sapiens, neandertales y denisovanos ocurrió al menos medio millón de años antes de lo que se pensaba, situando los orígenes de estos linajes en más de un millón de años. Según el profesor Chris Stringer, esto implica que todos los humanos de cerebro grande de los últimos 800 mil años pueden clasificarse en cinco grupos: Homo erectus asiático, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis, Homo sapiens y Homo longi.
Entre las características del Yunxian 2 destacan un cráneo más grande, menor separación entre los ojos, depresión glabelar profunda y un hueso frontal alargado, rasgos que lo alinean con los denisovanos. Esta evidencia no solo amplía nuestro entendimiento de la diversidad humana en el Pleistoceno Medio, sino que también sugiere que aún hay linajes tempranos por descubrir o identificar correctamente.
La reconstrucción digital del Yunxian 2 representa un avance tecnológico crucial para la paleoantropología, mostrando cómo la ciencia moderna puede revelar secretos ocultos en fósiles que, hasta ahora, habían permanecido incomprendidos.
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