En San Lázaro ya se cocina un tema que tarde o temprano nos tocará a todos: la Reforma Electoral. La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, aseguró que cuando llegue la iniciativa al Congreso, el debate será de puertas abiertas, plural y con la voz de todos los partidos sobre la mesa. Dicho en palabras sencillas, la idea es que nadie pueda decir que el tema se discutió en lo oscurito, porque lo que está en juego es cómo se garantizan y se cuentan nuestros votos.
La presidenta Claudia Sheinbaum ya anunció que su propuesta de Reforma Electoral se presentará en febrero del próximo año, cuando arranque el segundo periodo de sesiones. Y aquí hay un punto clave: el Ejecutivo tiene todo el derecho de presentar iniciativas, pero la chamba de los diputados es revisarlas, discutirlas y en su caso, modificarlas o aprobarlas. López Rabadán subrayó que esa discusión tiene que reflejar el peso de cada bancada y sobre todo que el resultado final proteja la democracia mexicana, es decir, que cada voto cuente y que nadie lo manipule.
Uno de los temas que también entró en la conversación es el famoso “fuero”. Para muchos, esa palabra suena a privilegio o blindaje para políticos, pero en realidad nació como una protección para que los legisladores puedan debatir y expresar sus posturas sin miedo a represalias. El problema es cuando se confunde y se usa como sinónimo de permiso para delinquir. López Rabadán fue clara: ningún servidor público, sea diputado, senador o funcionario, debe tener un pase libre para violar la ley. El fuero es para defender la libertad de expresión parlamentaria, no para proteger corruptelas.
La legisladora recordó que hay un reclamo social fuerte: los políticos deben comportarse y pensar en el bien común, no en su cuenta bancaria. El Congreso, al final del día, existe para debatir y aprobar leyes que mejoren la vida de la gente, no para servir de escudo personal.
Mientras tanto, la Cámara de Diputados sigue con su agenda. Esta semana, López Rabadán adelantó que se aprobarán al menos diez dictámenes, lo que convierte estos días en los más productivos de la Legislatura. En palabras coloquiales: los diputados estarán ganándose el sueldo, porque su trabajo principal es hacer y ajustar leyes que marquen la ruta del país.
El debate de la Reforma Electoral pinta para ser uno de los platos fuertes del 2026. Y si de algo depende la democracia mexicana, es de que esa discusión sea, como dicen en San Lázaro, transparente, plural y con la mira puesta en respetar la voluntad ciudadana.
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