Por Juan Pablo Ojeda
La pelota judicial vuelve a rodar en Argentina, pero esta vez no en una cancha, sino en los tribunales. El caso por la muerte de Diego Armando Maradona —que lleva ya más vueltas que una gambeta del ‘10’— tiene nuevo movimiento: el juez Pablo Adrián Rolón fue designado como el tercer integrante del tribunal que llevará adelante el segundo juicio por el fallecimiento del ídolo mundial.
Rolón, quien originalmente formaba parte del Tribunal Oral Federal N°5, pasará temporalmente al TOC N°7 para completar la terna junto a los jueces Alberto Gaig y Alberto Ortolani, tras la excusación del juez Alejandro Horacio Lago, quien presentó un certificado médico por motivos de salud que lo apartará de sus funciones por al menos seis meses. En términos sencillos: el anterior juez no podrá participar debido al desgaste físico y emocional que implica un proceso de este calibre.
¿Y por qué hay tanta expectativa? Porque este nuevo juicio llega después de que el primero fuera anulado en mayo pasado, cuando se descubrió que una de las juezas originales, Julieta Makintach, participaba en secreto en un documental llamado Justicia Divina… ¡sobre el mismo juicio que debía impartir! El escándalo fue tal que los otros dos jueces, Savarino y Di Tomasso, también fueron recusados por “contaminación horizontal”, lo que terminó por volar todo el proceso por los aires.
Ahora, con Rolón en la cancha, el tribunal vuelve a estar completo y puede avanzar con una causa que ya lleva casi cuatro años sin resolverse. Aún no hay fecha definida para la reanudación del juicio, pero los tiempos procesales indican que el juez tiene dos semanas para confirmar si acepta o no el cargo. Todo indica que sí lo hará.
Este nuevo proceso busca determinar la responsabilidad penal de ocho profesionales de la salud —entre médicos, psicólogos y enfermeros— por un posible homicidio simple con dolo eventual, una figura legal que apunta a que sabían que Maradona podía morir, pero igual siguieron adelante con un tratamiento supuestamente negligente.
La muerte de Diego, el 25 de noviembre de 2020, conmocionó al mundo entero. Y en Argentina, donde Maradona es más que un ídolo, este juicio ha sido seguido como si se tratara de una final de Mundial. Las familias de los acusados, los abogados de las partes y millones de argentinos están a la espera de que la justicia, ahora sí, entre en tiempo reglamentario.
Por ahora, el balón está en los pies del juez Rolón. Y en este juicio, todos miran atentos desde las tribunas.
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