Por Bruno Cortés
En la Cámara de Diputados andan haciendo corte de caja, y el número impresiona hasta para quien no sigue la política de diario: en apenas 14 meses del gobierno de Claudia Sheinbaum, se han movido 22 grandes temas, 44 artículos constitucionales, 15 leyes nuevas y 72 reglamentarias modificadas. En corto: el Legislativo ha trabajado a marcha forzada para rediseñar buena parte del andamiaje del Estado, casi siempre respondiendo a iniciativas impulsadas desde la Presidencia.
Las y los legisladores se reunieron con la presidenta en un encuentro descrito como amable, relajado y hasta de buen humor, aprovechando el simbolismo del 20 de noviembre para hacer el recuento. Ahí repasaron temas clave: la recuperación de empresas del Estado, la reforma judicial, el reconocimiento pleno de derechos para pueblos indígenas y afrodescendientes, el fortalecimiento de la soberanía nacional, los ajustes en política social, salud y salarios. Para quienes no están metidos en el ajo, esto significa que el gobierno busca ampliar la presencia del Estado, reforzar derechos colectivos y apuntalar programas sociales y laborales.
Sheinbaum también les dejó una encomienda: volver al territorio. Les recordó que “el poder es humildad” y que la chamba no se queda en San Lázaro, sino en explicarle a la gente qué se ha hecho y por qué. ¿Suena a operación electoral? Algunos dicen que no, que simplemente se trata de informar, pero el llamado coincide con la movilización del 6 de diciembre, un acto masivo en el Zócalo para hacer balance de los 7 años de la Cuarta Transformación, desde la llegada de López Obrador en 2018 hasta hoy.
El coordinador parlamentario también aprovechó para explicar que su visita a Palacio respondía a otro asunto: la Ley de Economía Circular, una propuesta que busca ordenar cómo producimos y consumimos, reducir basura y aprovechar materiales. Hubo diferencias de enfoque con el gobierno y fue a resolverlas para ajustar el proyecto antes de presentarlo formalmente.
En la agenda también está la reforma más discutida del momento: la jornada laboral de 40 horas. La presidenta, cuentan, está buscando un consenso con empresarios antes de empujar el cambio. Su apuesta es que la reducción se haga de manera gradual pero quede firmada antes de que termine su sexenio.
De aquí al 6 de diciembre, Morena se prepara para llenar el Zócalo. Dicen que invitan a la gente de sus distritos como siempre, que respetan a quienes no están de acuerdo, pero que se sienten con mayoría social. “Con corralito o sin corralito, ahí vamos a estar”, aseguran. Y mientras tanto, el recuento legislativo sigue creciendo, porque la consigna es clara: la 4T quiere cerrar filas… y también dejar huella.
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