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Migrantes denuncian hambre y abusos en centros de ICE

Por Juan Pablo Ojeda

 

La política migratoria de línea dura impulsada por el expresidente Donald Trump vuelve a colocarse bajo el escrutinio internacional, luego de que migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en al menos siete estados de Estados Unidos denunciaran una crisis alimentaria y condiciones inhumanas dentro de los centros de detención.

De acuerdo con testimonios recopilados por medios estadounidenses, los centros presentan escasez de alimentos, raciones reducidas y comida en mal estado, en un contexto de sobrepoblación crítica. En junio pasado, ICE reportó casi 60 mil personas detenidas, cifra que supera en un 45% la capacidad máxima permitida por el Congreso (41,500 personas).

El migrante salvadoreño Alfredo Parada Calderón, detenido desde hace un año en el centro Golden State Annex de California, relató que las porciones han disminuido drásticamente y la comida es de calidad deplorable. “La carne parece licuada, como piedritas pequeñas… y esas son las onzas que te dan”, denunció.

El déficit alimentario se ha acentuado con la llegada de más migrantes, lo que ha llevado a que las comidas se sirvan con retraso o en cantidades insuficientes. Un exfuncionario de ICE reconoció a NBC News que es “difícil” mantener el suministro cuando las detenciones aumentan repentinamente.

La situación es igual de preocupante en el recién inaugurado centro Alligator Alcatraz, en Florida, donde los detenidos denuncian altas temperaturas, falta de agua potable, comida mohosa y hacinamiento. Según los abogados defensores, las condiciones son comparables a las de “ratas en un experimento”.

Además de las denuncias por comida podrida, los migrantes también reportan baños desbordados de excremento, plagas de mosquitos, y violaciones al derecho a la religión, tras la supuesta confiscación de Biblias. Otros aseguran que solo reciben “un sándwich al día” y que carecen de productos básicos de higiene como jabón o cepillos dentales. La atención médica, afirman, es casi inexistente.

Violación de estándares de alimentación

Los estándares de ICE establecen que cada detenido debe recibir tres comidas al día, al menos dos calientes, y con no más de 14 horas entre la cena y el desayuno. Sin embargo, los migrantes aseguran que actualmente el desayuno se sirve a las 9 a.m. y la cena llega hasta la medianoche, con porciones que representan la mitad de las del año pasado.

Recursos insuficientes ante una población creciente

Aunque el Congreso destinó recursos para mantener hasta 41,500 detenidos, ICE reportó más de 57 mil personas bajo su custodia al 7 de julio. El nuevo plan fiscal impulsado por Trump contempla una inversión de 45 mil millones de dólares hasta 2029, con el objetivo de ampliar la capacidad para al menos 116 mil migrantes.

Impacto en México y en la relación bilateral

La crisis humanitaria en los centros de detención de ICE tiene repercusiones directas en México, país que comparte frontera y una de las mayores rutas migratorias hacia EE.UU. Las condiciones inhumanas denunciadas colocan al gobierno mexicano en una posición complicada, al tiempo que aumentan la presión sobre las relaciones bilaterales en materia de migración y derechos humanos.

Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, tanto en México como en EE.UU., han exigido una revisión inmediata del sistema de detención migratoria, el respeto a los derechos básicos de los migrantes, y una reforma estructural que priorice la dignidad humana por encima de la represión.

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