Por Juan Pablo Ojeda
Contra todo pronóstico, la Selección Mexicana Sub-17 sigue con vida en el Mundial de Qatar. Luego de una jornada llena de tensión, el equipo dirigido por Carlos Cariño consiguió su pase a los dieciseisavos de final gracias al criterio de Fair Play, una regla que premia el comportamiento disciplinado dentro del campo.
México necesitaba un milagro tras caer ante Suiza, y ese milagro llegó en el cierre del día. La victoria de Mali 2-0 sobre Arabia Saudita abrió una rendija para el Tricolor, ya que ambos equipos habían empatado en puntos, goles a favor y diferencia de goles. Sin embargo, las dos tarjetas rojas que Arabia recibió ante Austria inclinaron la balanza a favor de los mexicanos.
El pase no solo significa un respiro deportivo, sino también un símbolo de resistencia y esperanza para una generación que busca devolverle brillo al futbol mexicano juvenil.
Con este resultado, Arabia Saudita, Qatar, Costa Rica e Indonesia quedaron eliminadas del certamen. México, por su parte, avanzó como el último mejor tercero, tras vencer a Costa de Marfil, caer ante Corea del Sur y Suiza, y beneficiarse de la combinación de resultados.
El próximo reto no será sencillo: el Tricolor enfrentará a Argentina, la selección más dominante de la fase de grupos, el viernes 14 de noviembre, en un duelo que promete intensidad y emoción pura.
México tiene una nueva oportunidad para demostrar que, a veces, la garra y la disciplina también cuentan tanto como los goles.
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