Por Bruno Cortés
La diputada Fuensanta Guadalupe Guerrero Esquivel, del PRI, está empujando una iniciativa que busca ponerle un alto al maltrato animal en México. La propuesta plantea la creación de un Padrón Nacional de Personas Sancionadas por Violencia contra los Animales, administrado por Semarnat y en coordinación con la FGR, con el objetivo de prevenir que quienes ya han demostrado crueldad puedan volver a tener contacto o responsabilidad sobre animales.
El padrón, que está bajo revisión de la Comisión de Justicia con opinión de la Comisión de Medio Ambiente, incluirá datos como nombre completo, CURP, estado de residencia, naturaleza del delito y el tiempo que estará prohibido convivir, cuidar, adoptar o trabajar con animales. Durante ese periodo, quienes aparezcan en el registro no podrán adoptar mascotas, trabajar en veterinarias, zoológicos, criaderos o albergues, ni tener animales en casa sin autorización judicial. La idea es clara: prevenir, no castigar, y hacerlo de manera transparente, con acceso público y respetando la protección de datos personales.
Guerrero Esquivel señala que legislar en favor de los animales no es un capricho ni un acto simbólico, sino un compromiso con una sociedad más ética y empática. “Proteger a quienes no pueden defenderse es también protegernos a nosotros mismos”, enfatizó. Aunque muchos estados ya tipifican el maltrato animal como delito, el Código Penal Federal aún carece de un marco homogéneo y de largo plazo que brinde seguridad jurídica en todo el país.
La diputada también subraya el cambio cultural que ha vivido México: cada vez más personas reconocen que los animales son seres sintientes, capaces de sentir dolor y sufrimiento. Además, estudios de criminología y psicología demuestran que quienes maltratan animales pueden ser propensos a ejercer violencia contra personas, en especial mujeres, niños y adultos mayores.
Si se aprueba la reforma, se establecerán penas claras para quienes causen sufrimiento o muerte a animales sin justificación legal, con agravantes en casos de ensañamiento, difusión del acto o reincidencia. Para Guerrero Esquivel, el maltrato animal es una señal de alerta que no se puede ignorar, y el respeto a la vida y el rechazo a la violencia deben guiar toda la legislación del país.
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