Por Juan Pablo Ojeda
Este domingo, en el Estadio Caliente, se vivió una emotiva despedida para uno de los grandes íconos del fútbol mexicano: José de Jesús Corona. El arquero fronterizo, con 44 años y más de dos décadas de carrera profesional, dijo adiós a los campos dejando atrás un legado que difícilmente se repetirá.
Corona inició el partido como titular y capitán de los Xolos de Tijuana, mientras Sebastián Abreu hizo los honores de presentar a José Antonio Rodríguez, quien calentó desde los primeros minutos para continuar con la historia del arco tijuanense. Cuando llegó el momento de su salida, el estadio se llenó de aplausos y los compañeros de equipo formaron un pasillo en honor al portero, campeón olímpico con México en Londres 2012.
A lo largo de su trayectoria, José de Jesús Corona disputó 753 partidos oficiales y defendió la portería de la Selección Mexicana en 54 ocasiones, siendo convocado a tres Copas del Mundo. Su récord de 222 porterías en cero lo coloca como uno de los arqueros más consistentes en la historia del fútbol nacional.
Corona debutó con los Rojinegros del Atlas en 2003, tuvo un paso por los Tecos de la UAG durante cinco años y luego consolidó su carrera en Cruz Azul, equipo con el que vivió la histórica alegría de ser campeón de Liga MX en 2021 tras 12 años de espera, además de ganar dos Copas MX, una Supercopa, un campeón de campeones y una Concacaf Champions Cup. También tuvo participación destacada en Copa Libertadores con Chivas, llegando hasta las semifinales del torneo.
Su última etapa la vivió con los Xolos de Tijuana, club en el que se despidió con el mismo profesionalismo que lo caracterizó durante toda su carrera. José de Jesús Corona no solo deja estadísticas, trofeos y récords, sino también una huella imborrable en el corazón de los aficionados del fútbol mexicano.
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