Por Juan Pablo Ojeda
El Gobierno de Illinois presentó una demanda contra el presidente Donald Trump por el envío de 400 elementos de la Guardia Nacional desde Texas a Chicago, con el objetivo de frenar las protestas por las redadas migratorias en la ciudad. El despliegue militar se produjo después de que la Patrulla Fronteriza disparara el sábado 4 de octubre a una mujer en el sur de Chicago, provocando indignación en la comunidad.
La acción legal, encabezada por el fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, señala que Trump “ha excedido su autoridad”, ya que no existen los requisitos legales para la federalización de tropas, como una invasión, una rebelión o la falta de aplicación de la ley federal. La demanda incluye también al secretario de Guerra, Pete Hegseth, y a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y se presentó ante la Corte del Distrito Norte de Illinois.
El gobernador demócrata JB Pritzker expresó en redes sociales que “Illinois está llevando a la Administración Trump a la corte por su ilegal e inconstitucional despliegue de tropas militares en nuestro estado”. Según datos del American Immigration Council, alrededor del 15% de la población de Illinois es inmigrante, incluyendo más de 527 mil indocumentados.
Este despliegue se da en medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias. Semanas atrás, el 12 de septiembre, un ciudadano mexicano, Silverio Villegas-González, murió tras un enfrentamiento con un oficial de inmigración. Raoul enfatizó que el Gobierno federal no ha proporcionado una explicación legal sobre la presencia de la Guardia Nacional, y advirtió que los estadounidenses “no deberían vivir bajo la amenaza de una ocupación militar dentro de su propio país”.
La demanda de Illinois llega pocas horas después de que una jueza federal bloquease el despliegue de 300 elementos de la Guardia Nacional de California en Oregón, en respuesta a protestas contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Portland. Trump ya había perdido en junio una batalla legal por enviar 4.000 soldados de California sin la aprobación estatal, un hecho que no ocurría en Estados Unidos desde hace 60 años.
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