Carlos Lara Moreno
El gobierno federal presentó un programa integral para fortalecer la siembra, conservación y comercialización del maíz nativo, articulado entre la presidenta Claudia Sheinbaum y la directora de Alimentación para el Bienestar, María Luisa Albores.
La iniciativa beneficiará progresivamente a cerca de 1.5 millones de pequeños productores, pilares de la milpa y guardianes de la biodiversidad del grano.
Albores destacó que el plan surge de un trabajo colectivo y del reconocimiento a las comunidades que han preservado por generaciones las distintas razas de maíz.
Explicó que la meta es impulsar la producción agroecológica, mejorar la semilla, garantizar acompañamiento técnico, facilitar maquinaria ligera compartida y fortalecer sistemas comunitarios como la milpa, donde conviven maíz, frijol y calabaza.
Sheinbaum detalló que, además de los apoyos de Producción para el Bienestar y fertilizantes gratuitos, ahora los productores recibirán equipos especializados por región —no grandes tractores, sino herramientas adaptadas a las labores básicas— bajo un esquema colectivo gestionado por técnicos territoriales.
La presidenta subrayó que la limitante del maíz nativo “no es genética, sino agronómica”, y que con prácticas adecuadas puede triplicarse la productividad.
El programa operará inicialmente en siete estados: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Tabasco, alcanzando 437 municipios.
Se organizarán grupos de 100 productores acompañados por Jóvenes Construyendo el Futuro y promotores comunitarios, con equipos regionales de especialistas y una coordinación nacional.
Para evitar que los excedentes terminen en manos de intermediarios, el gobierno impulsará procesos de valor agregado: tortillerías, tostaderías, totoperías y cooperativas de mujeres rurales con sello de maíz nativo y precios justos.
“Queremos que las ganancias lleguen directamente a las familias productoras”, dijo Sheinbaum.
Las metas incluyen atender a más de 677 mil familias en 2026, con un aumento del 20% en rendimiento por hectárea, y llegar a casi 1.5 millones de productores en 2030, con un incremento del 50% y un sistema de compra directa.
“El maíz es la raíz —coincidieron ambas funcionarias—. Es cultura, sustento y territorio. Este programa busca que quienes lo han cuidado por generaciones sigan alimentándose de lo que siembran y obtengan un ingreso justo por su trabajo.”

































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