Por Juan Pablo Ojeda
Después de más de una década de espera, la justicia mexicana dio un paso en el caso de la Guardería ABC. La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó la detención de Sandra “T”, una de las socias propietarias del centro infantil en Hermosillo, Sonora, donde en junio de 2009 un incendio cobró la vida de 49 niños y dejó heridas a más de un centenar.
De acuerdo con la FGR, la mujer fue detenida en Nogales, Sonora, por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en coordinación con el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México. Sandra “T” era señalada por los delitos de homicidio y lesiones culposas, y tras su captura fue trasladada al Centro de Reinserción Social Femenil de Hermosillo, donde quedó a disposición del juez de la causa para cumplir con la sentencia condenatoria dictada en su contra.
Las autoridades informaron que la detenida se encontraba prófuga en Estados Unidos, pero fue deportada tras un proceso de colaboración internacional encabezado por la Fiscalía Especial para Asuntos Internacionales de la FGR. La deportación controlada se realizó por la Garita I Puerta México, Dennis DeConcini, en Nogales, donde fue entregada a las autoridades mexicanas.
El caso de la Guardería ABC marcó un antes y un después en la historia de México. El 5 de junio de 2009, un incendio que comenzó en una bodega de la Secretaría de Hacienda estatal se extendió hacia la guardería, la cual operaba bajo subrogación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El fuego se propagó rápidamente en un inmueble que no contaba con medidas adecuadas de seguridad: las salidas de emergencia estaban bloqueadas, y el techo de material inflamable agravó la tragedia. En cuestión de minutos, 49 niños —25 niñas y 24 niños— perdieron la vida, y más de 100 menores y trabajadores resultaron heridos, muchos con quemaduras severas o daños respiratorios de por vida.
Pese a que han pasado 16 años desde el siniestro, nadie ha pisado la cárcel por completo por su responsabilidad directa en la tragedia. Aunque más de 20 exfuncionarios fueron señalados, algunos fallecieron sin recibir sentencia, y otros siguen litigando sus procesos en libertad.
Con la detención de Sandra “T”, familiares de las víctimas esperan que finalmente se haga justicia y que el caso no quede solo como un símbolo de impunidad, sino como un recordatorio de la importancia de la responsabilidad y supervisión en espacios infantiles.
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