Por Bruno Cortés
En la Cámara de Diputados se vivió una jornada distinta a la rutina política habitual. En lugar de discursos partidistas o debates sobre reformas, el recinto recibió a jóvenes universitarios que debatieron sobre uno de los temas más dolorosos y complejos del mundo actual: el genocidio en la Franja de Gaza.
El diputado Edén Garcés Medina, de Morena e integrante de la Comisión de Educación, destacó la importancia de este ejercicio académico organizado por la Universidad Nacional Rosario Castellanos, donde estudiantes participaron en el Modelo de Naciones Unidas (MUN). Durante este encuentro, las y los jóvenes asumieron el papel de representantes diplomáticos para discutir, con base en argumentos y principios internacionales, la crisis humanitaria que enfrenta Palestina.
Garcés Medina explicó que estos ejercicios no solo fortalecen la formación académica, sino que también fomentan el pensamiento crítico, la empatía y la participación ciudadana. “Me llena de satisfacción ver cómo los jóvenes se posicionan, cómo levantan la voz sobre lo que ocurre en Palestina. Desde las aulas también se puede construir conciencia y exigir justicia”, dijo el legislador.
El diputado aprovechó para reiterar que las puertas del Congreso están abiertas para la academia y los jóvenes, pues considera que los espacios legislativos deben servir no solo para hacer leyes, sino también para promover el debate libre de ideas y la formación ética de las nuevas generaciones.
Durante la sesión, los estudiantes coincidieron en que el mundo no puede seguir bajo un orden unipolar donde unos pocos deciden por todos. Propusieron fortalecer el multilateralismo, es decir, la cooperación entre varias naciones en igualdad de condiciones, y recordaron que la paz solo puede alcanzarse si se respetan los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Por su parte, la rectora de la Universidad Nacional Rosario Castellanos, Alma Xóchitl Herrera Márquez, señaló que este tipo de proyectos forman parte del compromiso institucional de la universidad con la formación integral de sus alumnos. Dijo que el MUN no solo es un juego de simulación diplomática, sino una herramienta pedagógica que impulsa habilidades como la argumentación, el liderazgo y el diálogo.
“Hoy más que nunca necesitamos jóvenes con la capacidad de leer el mundo desde nuevas perspectivas, de entender sus conflictos y de buscar soluciones reales. Lo que está ocurriendo en Gaza no puede dejarnos indiferentes”, afirmó la rectora, quien también agradeció el respaldo de las comisiones de Educación y de Ciencia, Tecnología y Educación de la Cámara de Diputados.
Este evento no solo fue un ejercicio académico, sino una muestra del poder de la juventud para cuestionar, reflexionar y proponer. Desde un salón universitario hasta el pleno del Congreso, la voz de los estudiantes resonó fuerte: el futuro del mundo también se discute en las aulas, y su papel será clave en la construcción de una sociedad más justa, crítica y solidaria.
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