Por Juan Pablo Ojeda
La misión Shenzhou-20 de China continúa marcando hitos en la historia del programa espacial del país. Entre la noche del jueves y el viernes, los astronautas Chen Zhongrui y Wang Jie realizaron su cuarta actividad extravehicular en la estación espacial Tiangong, permaneciendo fuera del módulo Wentian durante aproximadamente seis horas. Su compañero Chen Dong los apoyó desde el interior, coordinando con el brazo robótico y con los equipos de control en Tierra, asegurando el éxito de la operación.
Durante la caminata, los astronautas instalaron un nuevo dispositivo de protección contra desechos espaciales, una medida clave para proteger los módulos y equipos de posibles impactos de basura orbital. También llevaron a cabo inspecciones de los equipos externos, evaluando su estado y funcionamiento, lo que contribuye a la seguridad y mantenimiento de la estación. Según la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China, esta fue la primera vez que dos astronautas de la tercera generación realizaron conjuntamente una operación extravehicular, un logro que refleja la experiencia y coordinación alcanzada por la nueva camada de tripulantes chinos.
Con esta salida, la tripulación de Shenzhou-20 ha completado ya cuatro caminatas espaciales, consolidándose como uno de los equipos con mayor número de actividades de este tipo en la historia del programa espacial chino. Desde abril, los tres astronautas han superado los 150 días en órbita, realizando experimentos científicos, pruebas técnicas y entrenamientos para futuras salidas extravehiculares.
La estación Tiangong orbita la Tierra a unos 400 kilómetros de altitud y está diseñada para operar al menos por diez años más. Se espera que, si la Estación Espacial Internacional (EEI) se retira según lo planeado, Tiangong se convierta en la única estación espacial en funcionamiento a nivel mundial, consolidando el liderazgo de China en la órbita terrestre baja.
China ha logrado avances impresionantes en los últimos años. Entre sus logros más destacados se encuentran el alunizaje de la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna, una primera histórica, y la llegada a Marte, convirtiéndose en el tercer país, después de Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, en amartizar exitosamente. Además, el país asiático planea construir una base de exploración científica en el polo sur lunar, en colaboración con Rusia y otros países, expandiendo su presencia en la investigación espacial internacional.
El programa espacial chino, respaldado por fuertes inversiones y un enfoque estratégico, no solo busca demostrar capacidades tecnológicas, sino también abrir oportunidades para la investigación científica, la innovación tecnológica y la cooperación internacional. Con cada caminata espacial, cada experimento y cada módulo instalado, China refuerza su papel como un actor clave en la nueva era de exploración orbital y lunar.
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