El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este lunes que estaría dispuesto a llevar a cabo ataques militares en territorio mexicano y colombiano con el argumento de detener el flujo de drogas hacia su país. El mandatario aseguró que la crisis de opioides y otras sustancias provoca “cientos de miles de muertes” cada año en Estados Unidos y comparó la situación con “una guerra”.
Durante un encuentro con reporteros en Washington, Trump afirmó que su gobierno conoce la ubicación de los principales capos y la infraestructura asociada al narcotráfico. “Sabemos las direcciones de cada capo… están matando a nuestra gente”, dijo. Agregó que, de realizarse, una operación de este tipo sería algo de lo que “estaría orgulloso”.
El presidente señaló que ha conversado con autoridades mexicanas y que “ellos saben cuál es mi postura”. También mencionó que podría solicitar la aprobación del Congreso estadounidense para un ataque en territorio extranjero y consideró que tanto legisladores demócratas como republicanos lo respaldarían.
Trump no descartó la posibilidad de extender esta política a Colombia, al afirmar que ese país cuenta con “fábricas de cocaína” que podrían ser destruidas mediante acciones directas. Indicó que, aunque no ha tomado una decisión final, está dispuesto a considerar una operación militar con el argumento de que “salvaría millones de vidas”.
Las declaraciones representan un incremento en el nivel de presión de la administración estadounidense sobre los gobiernos de la región. En semanas recientes, Washington ha intensificado operaciones marítimas contra embarcaciones que considera vinculadas al tráfico de drogas, lo que ha generado preocupación en América Latina.
En México, el tema toca una fibra particularmente sensible debido al historial de invasiones, intervenciones y tensiones bilaterales en materia de seguridad y soberanía. Cualquier operación sin coordinación o consentimiento del gobierno mexicano representaría un conflicto diplomático mayor.
En Colombia, analistas consideran que un ataque unilateral pondría en riesgo los acuerdos de cooperación antidrogas y podría desencadenar tensiones internas en zonas donde el Estado mantiene procesos complejos de pacificación y control territorial.
Para los lectores, hay tres puntos clave: Estados Unidos está redefiniendo formalmente la crisis de drogas como un problema de seguridad nacional con alcance extraterritorial; las declaraciones presidenciales podrían influir en la agenda bilateral de seguridad con México y Colombia; y las implicaciones legales y diplomáticas de un ataque militar son de gran alcance y requerirían mecanismos de autorización y cooperación que hoy no existen.
Aunque Trump aseguró que no está anunciando una acción inmediata, sus declaraciones ya generaron inquietud en la región y podrían tensar las relaciones diplomáticas en las próximas semanas.



































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