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El Tajín a todo color: revelan sofisticada paleta pictórica en edificios ceremoniales

Papantla, Veracruz; México a 19 de julio de 2025 (Noticias de México).- Nuevas investigaciones revelan que la paleta cromática empleada en los edificios 40 y 41 de El Tajín es una de las más complejas y exuberantes del arte mesoamericano. Rojo, anaranjado, rosa, amarillo, negro y una notable variedad de azules y verdes forman parte de los matices hallados por el posdoctorante Carlos López Puértolas, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, quien estudia el uso y la producción de materiales colorantes en este sitio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1992.

Las pinturas murales, localizadas en el Complejo del Palacio de las Columnas —la zona más elevada de la antigua ciudad—, muestran figuras de gran tamaño, entre ellas jaguares y personajes ataviados con sus pieles, símbolos del poder político y militar en Mesoamérica. López Puértolas indicó que las obras corresponden al periodo Epiclásico (750-1110 d.C.), una época en que El Tajín era un centro urbano preeminente que recibía materiales y bienes de distintas regiones, incluyendo zonas del actual sur de México y Puebla.

El análisis de los fragmentos pictóricos, realizado con técnicas no invasivas en colaboración con el INAH, incluye microscopía digital y electrónica, además de espectroscopía, en laboratorios especializados como el LANCIC de la UNAM. Los resultados muestran que los colores amarillos y rojos se elaboraban con óxidos de hierro —goetita y hematita, respectivamente—, mientras que los tonos crema que iluminan las escenas contienen una mezcla de caolinita y calcita, en lugar del tradicional estuco.

En cuanto a los célebres azul y verde maya, el investigador explicó que estos se producían combinando índigo —extraído del añil— con arcillas blancas como la palygorskita, cuyos depósitos han sido localizados en lugares distantes como Ticul, Yucatán. También se identificó el uso de cinabrio, un pigmento rojo de origen mineral, cuyas fuentes más cercanas se ubican en Guerrero y Michoacán, lo que sugiere intensas redes de intercambio comercial entre regiones mesoamericanas.

Una de las interrogantes centrales del proyecto es si estos pigmentos se producían localmente o eran traídos desde otras zonas para su aplicación final. Esta investigación no solo profundiza en las prácticas artísticas de El Tajín, sino que ofrece pistas clave sobre su integración a los sistemas de comercio y conocimiento técnico del México antiguo.

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