En medio del creciente conflicto entre Irán e Israel, Rusia alzó la voz con una clara advertencia dirigida a Estados Unidos: “no se metan”. A través de la portavoz de su cancillería, Maria Zajárova, el gobierno de Vladimir Putin dejó claro que una intervención militar estadounidense “tendría consecuencias negativas realmente impredecibles”.
El mensaje no es menor. Llega justo después de que el propio Putin hablara por teléfono con el presidente chino, Xi Jinping, y ambos condenaran los ataques de Israel contra Irán, llamando a una solución diplomática antes de que el conflicto escale a un nuevo nivel.
¿Qué está pasando entre Irán e Israel?
Israel lanzó una ofensiva aérea masiva contra territorio iraní la semana pasada, marcando uno de los momentos más tensos entre ambos países en años recientes. La respuesta de Teherán no tardó: misiles y drones fueron lanzados contra objetivos israelíes en una clara señal de represalia.
Este nuevo capítulo del conflicto ha encendido las alarmas en todo el mundo, sobre todo luego de que el expresidente estadounidense Donald Trump —quien busca regresar a la Casa Blanca en 2025— declarara que “está considerando” unirse a la ofensiva contra Irán. “Puede que lo haga, puede que no”, dijo en tono ambiguo, pero generando preocupación internacional inmediata.
Rusia y China: frente común contra la guerra
En su llamada telefónica, Putin y Xi coincidieron en que el uso de la fuerza no es la solución. Según el Kremlin, ambos “condenaron enérgicamente las acciones de Israel” y manifestaron su respaldo a una salida diplomática que evite un conflicto regional aún mayor.
El posicionamiento de Rusia y China añade más tensión al escenario global, ya que se percibe como un contrapeso directo a las decisiones que puedan tomar Estados Unidos o sus aliados. Y aunque Washington aún no ha tomado una acción concreta, la advertencia rusa es clara: cualquier movimiento militar de EE.UU. será visto como una amenaza directa a la estabilidad mundial.
¿Estamos frente a una guerra regional?
El riesgo es alto. Si Estados Unidos decide intervenir, el conflicto entre Irán e Israel podría escalar a una guerra de mayor alcance que involucre a potencias nucleares y países clave del Medio Oriente. Además, la tensión también impacta el mercado energético global y genera preocupación en organismos internacionales como la ONU, que ha llamado al cese de hostilidades.
Mientras tanto, países como Turquía, Alemania y Francia han pedido contención a todas las partes involucradas, temiendo una reacción en cadena de consecuencias devastadoras.
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