El famoso youtuber estadounidense MrBeast, cuyo nombre real es Jimmy Donaldson, se metió en un fuerte problema en México tras publicar un video grabado en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Calakmul, en el que promocionó su marca de chocolates Feastables. Aunque contaba con permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la institución ahora lo ha demandado por uso indebido del patrimonio cultural.
El video, titulado «Exploré Templos de 2000 Años de Antigüedad», fue publicado el 10 de mayo y mostró al equipo del youtuber accediendo a zonas que habitualmente están restringidas al público general. Además de la exploración, el clip incluye una mención directa a su producto con una frase bastante polémica: “el único snack del planeta aprobado por los mayas”.
Esto fue lo que desató la molestia del INAH, que considera que se violaron los términos del permiso otorgado, ya que no se autorizó la promoción comercial dentro de los sitios arqueológicos ni la difusión de información que pueda inducir a error sobre la cultura maya.
En un comunicado, el Instituto fue claro:
“El patrimonio de la nación, que por su naturaleza es público, no puede ser objeto de explotación de empresas comerciales”.
La demanda, interpuesta contra la productora Full Circle Media, representante de MrBeast, exige el resarcimiento de daños y una retractación pública. También se acusa a la producción de haber utilizado el espacio para fines publicitarios disfrazados de contenido cultural.
Reacciones divididas
La polémica ha generado opiniones encontradas. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, salió en defensa del youtuber asegurando que MrBeast no cobró por el video, que su visita generó derrama económica local y que respetó en todo momento la riqueza cultural del lugar.
“El equipo de Mr. Beast siempre actuó con absoluta responsabilidad y respeto en el cuidado de nuestra riqueza ancestral”, escribió Sansores en su cuenta de X (antes Twitter).
Incluso se mostró en desacuerdo con las críticas de la Secretaría de Cultura y señaló que si hubo alguna irregularidad, debería sancionarse al gobierno de Campeche, no a la producción.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también fue cuestionada en la conferencia mañanera del 13 de mayo, donde confirmó que el creador de contenido sí contaba con los permisos necesarios. Sin embargo, pidió al INAH revisar si se incumplieron los términos y aplicar las sanciones correspondientes, lo cual ya fue hecho mediante la demanda administrativa.
¿Y ahora qué sigue?
Aún no hay una resolución final sobre el caso, pero lo cierto es que este conflicto plantea una discusión sobre los límites entre el contenido digital, la promoción comercial y la protección del patrimonio cultural. La presencia de figuras internacionales puede atraer turismo y atención mediática, pero también pone a prueba las regulaciones existentes sobre el uso de espacios históricos.
Mientras tanto, el video ya acumula millones de reproducciones y reacciones encontradas tanto en México como en el extranjero. Lo que parecía una simple colaboración con fines turísticos se convirtió en un caso que involucra cultura, política y negocios globales.
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