Política en Movimiento/ Angélica Beltrán
CDMX a 1 de octubre, 2024 (Noticias de México).– Mientras Ricardo Monreal, coordinador de diputados de MORENA garantiza la seguridad de todos para la toma de protesta de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, en el Palacio de San Lázaro; el recinto fue blindado por elementos de la Guardia Nacional y la policía de la Ciudad de México con vallas metálicas y camiones de granaderos.
Esto, ante el antecedente de los atentados cometidos por manifestantes en las semanas previas a esta ceremonia, en que se realizará la transmisión de poder.
Y es que en las últimas semanas la oposición fue más allá de los debates en las tribunas de la Cámara de Diputados y el Senado de la República, al organizar en las calles protestas con lujo de violencia, en repudio a reformas constitucionales que limitan sus poderes y privilegios, como parte de una clase política y empresarial que han disfrutados por sexenios del erario público, hasta la llegada del presidente López Obrador.
Panistas y priistas, con personajes tan nefastos como Rubén Moreira, Carolina Viggiano y Marko Cortés, todos senadores, han orquestado tremendas manifestaciones plagadas de terrorismo; no acostumbrados a la democracia, sino al arrebato y las negociaciones ilegales y fraudulentas.
Así, en vista de que la democracia no va con ellos y menos las reformas que quebrantan el status quo de una élite privilegiada, a costa del erario público, se lanzaron más allá de un debate legislativo para hacer desmanes; que, al parecer, no harán esta vez en el Palacio Legislativo donde se realizará el cambio de poderes la mañana de este martes.
Así, con el refrendo de MORENA en la presidencia de México, la oposición rabiosa y furibunda ha cometido actos deleznables como la irrupción violenta en el Senado por parte de asesores y los propios hijos de Viggiano, cuyos costos de los daños causados ascendió a dos millones de pesos, y el estallido de 4 bombas molotov en el mismo recinto, que cimbraron los cimientos del lugar y tenían potencial capaz de matar a quienes hubiera tocado.
Sobre el primer hecho, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, exhibió a los responsables, Carolina Viggiano y sus secuaces –hijos y asesores– pero no les cobraría los daños monetarios.
Por ello, esperamos que, en lo subsecuente, la oposición se mantenga bajo los límites de la ley y asuma su derrota con dignidad y trabajen para ganar en las urnas los votos que nunca podrán ganar en la guerra sucia que han desatado.
Y mientras, a esperar los próximos comicios por si acaso tienen la posibilidad de ocupar los cargos de elección popular que antes tuvieron y que perdieron por malhechores, y por creer que los votos no se contarían nunca y la democracia no era más que un discurso para las masas.
Los tiempos, afortunadamente, han cambiado. Los votos emitidos en las urnas sí se cuentan. Y la democracia es una realidad en nuestro país, quizás desde las elecciones de 2012, siguiendo en 2018 y ahora en 2024.
En esta ocasión, presenciaremos la transmisión de poder en la Cámara de Diputados, en sesión solemne de Congreso General, en que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia de México para el periodo 2024-2030.
En el nuevo sexenio esperamos de la oposición seriedad y responsabilidad; hacer crítica, pero no terrorismo, en un país que disfruta ya de una joven democracia.
En horabuena para todos los mexicanos, porque no queremos más que una revolución pacífica; pero sí una revolución mexicana con carácter social.
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