Por Juan Pablo Ojeda
El reconocido rapero neoyorquino Fat Joe —cuyo nombre real es Joseph Antonio Cartagena— está en el centro de una grave controversia legal. Este jueves, su excolaborador Terrance “T.A” Dixon presentó una demanda federal en Nueva York por más de 20 millones de dólares, acusándolo de un amplio abanico de delitos que van desde explotación laboral y fraude financiero hasta coerción sexual, intimidación violenta y abuso psicológico.
La demanda, a la que tuvo acceso Entertainment Weekly, detalla que Dixon fue animador, corista y colaborador musical de Fat Joe durante 16 años, tiempo en el cual —según afirma— fue forzado a realizar más de 4 mil actos sexuales para conservar su posición dentro del equipo del artista. Además, denuncia que nunca recibió compensación adecuada por su trabajo en temas como Congratulations, Ice Cream y Money Over Bitches.
Uno de los señalamientos más delicados es la acusación de relaciones sexuales con menores de edad. Dixon asegura haber presenciado tres encuentros de Fat Joe con adolescentes de 15 y 16 años, aunque los nombres de las menores no fueron revelados en la demanda. También afirma que fue testigo de actos sexuales ocurridos bajo coacción y vigilancia, y que en varias ocasiones fue amenazado con ser abandonado en países extranjeros si no accedía a participar.
La querella no solo apunta a Fat Joe, sino también a su círculo cercano, incluyendo a Peter “Pistol Pete” Torres, Richard “Rich Player” y su abogada Erica Juliana Moreira. Todos ellos están señalados de participar en un esquema que, según Dixon, borró sistemáticamente sus contribuciones artísticas y cometió actos de evasión fiscal y lavado de dinero para ocultar “el extenso robo de salarios”.
Este nuevo litigio se da en un contexto particularmente sensible para la industria musical estadounidense, donde otro gigante del rap, Sean “Diddy” Combs, enfrenta actualmente un juicio federal por tráfico sexual y conspiración en el mismo distrito judicial de Nueva York.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que ambos bandos se enfrentan en tribunales. En abril de este año, Fat Joe presentó una demanda por difamación contra Dixon, tras publicaciones en redes sociales que lo acusaban de trasladar a una menor de 16 años a través de fronteras estatales para tener relaciones sexuales. Según el rapero, se trató de un intento de extorsión coordinado por Dixon y su abogado Tyrone Blackburn, quien también representa a Diddy.
El equipo legal de Fat Joe ha negado rotundamente todas las acusaciones y hasta el momento no ha emitido un nuevo comunicado tras la presentación de esta demanda.
Aunque se desconoce si el caso pasará a juicio o será resuelto fuera de tribunales, lo cierto es que la imagen del artista, ícono del hip hop desde los años 90, se encuentra seriamente comprometida. En una industria cada vez más vigilada por la opinión pública y los movimientos en defensa de las víctimas de abuso, esta denuncia podría marcar un antes y un después en la carrera de uno de los nombres más reconocidos del rap latino en EE.UU.
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