En un avance que podría transformar el futuro de la energía portátil, investigadores coreanos han presentado una innovadora batería nuclear que utiliza radiocarbono (carbono-14) como fuente de energía, con una duración teórica de hasta milenios. Este desarrollo, liderado por el profesor Su-Il In del Instituto de Ciencia y Tecnología de Daegu Gyeongbuk (Corea del Sur), fue revelado durante el encuentro de la American Chemical Society (ACS) y plantea una alternativa sostenible a las tradicionales baterías de ion-litio, cuya dependencia y limitaciones ambientales han generado preocupación a nivel global.
Las baterías de ion-litio dominan el mercado actual, pero enfrentan críticas por sus limitaciones técnicas y su impacto ecológico. Su necesidad de recarga frecuente restringe aplicaciones en drones, sensores remotos y dispositivos médicos implantables, mientras que la extracción de litio consume grandes cantidades de agua y energía. Además, su disposición inadecuada contamina suelos y aguas con metales tóxicos. «El rendimiento de estas baterías está cerca de su límite físico», advierte In, quien busca soluciones en la energía nuclear a microescala.
A diferencia de las centrales nucleares convencionales, que aprovechan la fisión atómica, las baterías betavoltaicas generan electricidad capturando partículas beta (electrones de alta energía) emitidas por isótopos radiactivos. Estas partículas son bloqueadas por materiales como el aluminio, lo que las hace seguras para uso cotidiano. El equipo de In eligió el carbono-14 por varias razones:
- Solo emite radiación beta, fácil de contener.
- Es un subproducto de reactores nucleares, por lo que su reciclaje reduce desechos radiactivos.
- Su lenta degradación (vida media de 5,730 años) permitiría baterías con duraciones inconcebibles para tecnologías actuales.
En el prototipo, las partículas beta impactan un semiconductor, generando corriente eléctrica sin reacciones químicas. El desafío ahora es mejorar la eficiencia de conversión energética, ya que solo una fracción de los electrones se transforma en electricidad utilizable.
Aplicaciones potenciales y desafíos
Estas baterías podrían revolucionar campos donde la recarga es inviable:
- Dispositivos médicos: marcapasos o sensores implantables que eviten cirugías por cambio de batería.
- Exploración espacial: equipos en misiones de larga duración.
- Infraestructura crítica: sensores en zonas remotas o de difícil acceso.
Sin embargo, persisten retos como la escalabilidad y la aceptación pública, dado el estigma asociado a lo «nuclear». Además, regulaciones estrictas podrían ralentizar su comercialización. Pese a ello, In es optimista: «El carbono-14 es seguro y abundante. Podría ser la clave para una energía limpia y duradera».