David Beckham, leyenda del fútbol inglés e ícono global de la cultura pop, fue condecorado oficialmente como caballero del Imperio Británico por el rey Carlos III, en reconocimiento a sus contribuciones al deporte y a su trabajo en causas benéficas.
El exjugador de equipos como el Manchester United, Real Madrid y LA Galaxy, ahora lleva el título de Sir David Beckham, mientras que su esposa, la exSpice Girl y diseñadora Victoria Beckham, adquiere el título de Lady Victoria.
Una distinción con peso real
La ceremonia de reconocimiento se enmarca en la tradicional lista de honores del monarca británico, publicada dos veces al año: en Año Nuevo y en el cumpleaños oficial del rey. En esta ocasión, más de 1,200 personas fueron condecoradas, pero el título de “Sir” es uno de los más altos y simbólicos.
Beckham se mostró visiblemente emocionado:
“Nunca hubiera podido imaginar recibir tal honor. Crecí en el este de Londres, en una familia patriota que siempre se sintió orgullosa de ser británica”, expresó.
Más allá del fútbol
Si bien Beckham es recordado por su carrera como futbolista profesional —con títulos en Inglaterra, España y Estados Unidos, además de 115 partidos con la selección nacional—, el reconocimiento también se debe a su amplio trabajo humanitario.
Ha colaborado con UNICEF desde hace casi dos décadas, además de participar en campañas como Malaria No More, enfocada en erradicar el paludismo. Su compromiso lo llevó a ser nombrado en 2024 como embajador de la King’s Foundation, la organización benéfica del propio Carlos III.
Un ícono cultural y cercano a la realeza
Beckham también es considerado un referente en el mundo de la moda, los negocios y el entretenimiento. En pareja con Victoria, los Beckham han forjado una de las imágenes públicas más sólidas del Reino Unido, siendo invitados incluso a bodas reales como la del príncipe William y Kate Middleton (2011), y la del príncipe Harry con Meghan Markle (2018).
Esta condecoración lo consolida como una de las figuras británicas más influyentes de las últimas décadas, por su capacidad de trascender el deporte y generar un impacto social duradero.
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