Angélica Beltrán (Noticias de México)
CDMX a 5 de julio de 2025 (Noticias de México).- En un rincón del alma de esta vieja ciudad, aún se realizan rituales destinados a aliviar males del espíritu y del cuerpo, que no es capaz de curar la medicina moderna. En reducidos espacios donde sólo caben dos personas, se dan consultas y se hacen “limpias destinadas a purificar el interior de quienes han sufrido de algún maleficio esotérico o terrenal.
Aproximadamente unas 500 personas acuden cada semana al mercado de Sonora, para “hacerse una limpia”. Las más comunes son las que curan espanto, mal de ojo y quitan las malas amistades, “aunque hay casos en los que el cliente solicita trabajos especiales de brujería para atraerle el bien o el mal a la gente”, dice un adolescente que le ayuda a la dueña del local número 71.
El Mercado de Sonora, inaugurado el 23 de septiembre de 1957 durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, es el principal centro de distribución de plantas medicinales nacionales y extranjeras y artículos místicos y religiosos.
Actualmente cualquiera que recorra los estrechos y húmedos pasillos de este mercado tradicional, podrá hallar en un par de sus pasillos: infusiones, baños, limpias, aguas espirituales, polvos mágicos, lociones, perfumes y demás artículos para hacer cambiar la suerte y mejorar el amor de los creyentes.
Entre hierbas, amuletos y la siempre encendida luz de una veladora roja, la gente habla comúnmente sobre sus pesares, los síntomas de una enfermedad que la ciencia médica no se explica y de cómo desearía que fuera su relación con amigos, familiares y amores.
Julieta Hernández, tendera de uno de los locales donde se practican limpias, dice a una de sus clientes, mientras otras esperan su turno a muy escasa distancia del consultorio con una cortina que hace de puerta: “A usted se le pegan mucho las envidias”. Se restriega las manos en su delantal rosa y extiende el brazo para alcanzar un par de botellas pequeñitas que contienen una solución; una de color morado y otra de color azul.
“Estos baños la van a proteger contra los males que recoja de la calle. Tiene que enjuagar su ropa con unas gotitas y así estará protegida. Después, según como se vaya sintiendo, me viene a ver”; le instruye la tendera al paciente.
Y así van pasando uno a uno las decenas de personas que son atendidos cada día en los locales de este mercado que es el centro de abastecimiento de los llamados brujos, yerberos y curanderos de la Ciudad de México, los que se basan en las propiedades curativas de plantas, minerales y amuletos, para quitar enfermedades físicas y psíquicas.
En este mercado, la gran mayoría de los vendedores de artículos místicos y religiosos hacen limpias a la gente, los hogares y los negocios; echan las cartas para ver el futuro, leen el café y el tarot, recetan medicamentos naturales y recomiendan amuletos y productos que sirven para “repeler los males”.
Hacerse una limpia cuesta entre 60 y 100 pesos, y se realizan en un privado con piso de tierra y tapetes de cartón, de apenas 1 por 1 metro. La limpia toma un tiempo que va de los cinco a los diez minutos.
Entre los artículos místicos que se venden en el mercado de Sonora se cuentan aguas espirituales, lociones, perfumes, jabones, atomizadores y polvos mágicos, que son los que más de venden. Todos los productos incluyen una oración que debe leerse antes de su uso.
Amor quiero amarte sin absorberte, unirme a ti sin esclavizarte, apreciarte sin juzgarte, calificarte sin herirte. Si puedes hacer lo mismo por mí entonces nos amaremos y nos habremos conocido auténticamente, esta leyenda aparece en la botella que contiene “La legítima agua espiritual para triunfar en el matrimonio.”
Para el mal de amores hay productos que ayudan a: retener a la persona amada, hacer regresar al ser querido y evitar infidelidades.
De acuerdo con los vendedores de estas pócimas, las que más se venden son los perfumes que ostentas frases como: Conmigo y nadie más; Quiéreme siempre, Yo domino a mi mujer, Nunca me dejarás, Fortuna, suerte, amor y felicidad y Atrayente. Los precios son muy económicos y van de los 20 a los 80 pesos.
“Me llevo este, pero por favor échele una envolvidita”, dice con timidez un joven que, con manos maltratadas por algún trabajo rudo, le pasa al tendero el perfume Atrayente; en tanto, el amigo que lo acompaña husmea en las charolas donde se apilan productos que satisfacen las necesidades de la gente que acude a este espacio mágico, donde todo es real.
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