Ciudad de México, 12 de mayo de 2025 — Una noche inolvidable vivió el corazón de la capital. Más de 100 mil personas, en su mayoría mujeres, se congregaron en el Zócalo capitalino para celebrar el Día de las Madres con un concierto histórico de Lupita D’Alessio, la icónica Leona Dormida, quien conmovió, hizo cantar y vibrar al público con sus más grandes éxitos.
Bajo una imponente luna llena y en el marco de su gira de despedida “Gracias”, Lupita ofreció un espectáculo de casi dos horas cargado de emociones, fuerza interpretativa y un mensaje de amor y resiliencia hacia las mujeres mexicanas.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, subió al escenario para entregar un reconocimiento a la cantante por sus más de 50 años de trayectoria artística. «Esta ciudad te quiere y te aclama», expresó Brugada ante una ovación ensordecedora. “Es tiempo de mujeres, y hoy celebramos a las mujeres”, agregó al felicitar a las madres en su día.
Lupita, conmovida, agradeció a la mandataria capitalina y al público por la oportunidad de presentarse en la plaza pública más importante del país, resaltando el honor que representa pisar un escenario como el del Zócalo: “Para todas las madres que están aquí esta noche, ¡felicidades!”
El concierto arrancó con “Cómo se llama”, y de ahí en adelante fue una avalancha de emociones. Temas como “Hazme olvidarlo”, “Aquí estoy yo”, “Ni guerra ni paz” —que interpretó en dueto con su hijo Ernesto D’Alessio— y clásicos como “Mi corazón es un gitano” y “Costumbres” fueron coreados con fervor por madres, hijas, hijos, abuelas y familias completas.
Uno de los momentos más vibrantes llegó con “Acaríciame”, cuando el público se levantó para ovacionarla con gritos de “¡Se ve, se siente, Lupita está presente!”. La noche cerró con broche de oro con los himnos “Mudanzas” y “Mentiras”, en un final emotivo donde la cantante se mostró abrazada de su familia.
Para la comodidad del público, se colocaron miles de sillas y se desplegó personal de seguridad, protección civil y servicios médicos. La velada transcurrió en paz y con un espíritu de celebración y reconocimiento a las madres mexicanas, quienes encontraron en Lupita D’Alessio una voz que, por generaciones, ha acompañado sus historias.
Una noche de pasión, poder femenino y despedida en grande. El Zócalo fue testigo de una leyenda.
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