CDMX, 10 de enero del 2022.- Canta a todo pulmón. La gran fiesta mexicana está en la Plaza Garibaldi. Desde la tarde se comienzan a formar los grupos de mariachi que estarán tocando toda la noche. Aquí se viene a contratar música. Música para una serenata a tu amada, para una fiesta, para cantar, vivir, reír y llorar. Porque la música del mariachi habla tanto de amor como de desamor; de ilusión y de pérdida. Es música que llega al corazón y emociona. A los más grandes de la música mexicana está dedicado el Paseo de las Luminarias en un costado de la plaza: Lola Beltrán, Pedro Infante, José Alfredo Jiménez… Y, presidiendo la plaza, el Museo del Tequila y del Mezcal.
Súmate a la multitud que llega cada tarde a la Plaza Garibaldi. Música ranchera, norteña, marimba… Los restaurantes se llenan, en las cantinas no cabe nadie. El tequila fluye, los ánimos se levantan, las voces se entonan. Suena la música y todos cantan. En algún momento llega un hombre callado con los famosos «toques», en su caja de colores, como salido de una feria de las de antaño. El grupo grita mientras el voltaje sube. Es la noche más mexicana. No te la pierdas.
El mariachi es mucho más que música de fiesta. Esta tradición está reconocida como Patrimonio Intangible de la Humanidad.
Hay policía y el lugar es seguro pero, al igual que en cualquier gran ciudad, ciuda bien tus pertenencias y revisa tu consumo antes de pagar.
No está permitido tomar alcohol fuera de las cantinas.
Hay un sitio de taxis sobre el Eje Central para que no tengas que preocuparte por el regreso al hotel.
Si llegas durante el día puedes comer auténtica comida mexicana en el tradicional Mercado San Camilito.
