CDMX, 7 de enero del 2022.- Se puede decir que esta plaza es una dualidad, se trata de un sitio único donde la vida comercial y el pasado se unen. Por las mañanas funge como un centro de venta de artículos de belleza, mientras que por las noches se convierte en un centro de encuentro entre vecinos.
Todavía se pueden observar, desde su explanada, los edificios de siglos pasados que cuentan las escenas de la Revolución. El espacio se conserva como punto neurálgico de convivencia y diálogo.
Frente a esta plaza se encuentra la edificación denominada Del Arzobispado, establecida en el siglo XVI. En su portón se encuentra un escudo tallado con las llaves de San Pedro bajo la tira papal. La plaza fue declarada monumento histórico en 1931, restaurada en 1936, y hoy es una dependencia del INAH.
