Entre manantiales y ojos de agua surgió Janos en Chihuahua, un lugar que posee una biósfera privilegiada con especies endémicas, más de 2 mil sitios arqueológicos y una de las tres misiones más antiguas del estado. Viaja, visita y explora este destino lleno de historia y cultura.
Janos es considerada la última frontera virreinal y la puerta de entrada al estado de Sonora y Nuevo México, en Estados Unidos. Por su ubicación geográfica en el extremo noroccidental de Chihuahua, limita al sur con el municipio de Casas Grandes.
El Centro Histórico es el corazón del pueblo, el sitio ideal para conocer la historia que data de 1580 cuando surgió, pero es a partir de 1640 cuando se funda por los franciscanos como una misión con el nombre de Soledad de Janos.
Su nombre proviene de los janos, la principal tribu de la región, que hoy está extinta. Pero las sublevaciones indígenas conllevaron a la destrucción de la misión y por la autoridad virreinal se crearon los presidios militares, el punto donde se establecía una compañía militar fija para combatir a los rebeldes. En 1686 se aprobó la fundación del Real Presidio por el gobernador del reino, José de Neira y Quiroga. En 1820 es erigido municipio.
Cuando recorras las calles de Janos, lo primero que verás es el “Camellón Janos”, el paso turístico y cultural ubicado en la entrada principal. Su símbolo representativo es el bisonte y tiene la leyenda “La última pradera”, que hace alusión a la reserva ecológica.
Con casi 400 años desde que se construyó, la Misión de La Soledad de San Felipe y Santiago de Janos, es una de las tres más antiguas del estado. Se erigió en 1665 por los franciscanos fray García de San Francisco y fray Benito de la Natividad.
La iglesia de Nuestra Señora de los Dolores o Nuestra Señora de la Soledad de Janos, se edificó en 1640.
Su rica gastronomía se basa en platillos con carne asada, machaca con huevo, carne con chile colorado, barbacoa y asado con chile colorado.
Janos es un sitio poco conocido pero posee una tierra como pocas, aunque su clima es árido extremoso, el abanico cultural es amplio. Conoce la Reserva de la Biósfera y el Cerro la Juanaqueña.
