CDMX, 23 de Noviembre del 2021.- Si prestas atención sentirás el latido de la ciudad en su inmenso Zócalo.
Desde tiempos ancestrales centro religioso, centro cívico y lugar de reunión. Aquí se alzaban el Templo Mayor y el Palacio de Moctezuma de la antigua Tenochtitlán. Los españoles mantuvieron el gran ágora como centro neurálgico de la nueva Ciudad de México y construyeron la Catedral y el palacio virreinal, lo que hoy es el Palacio Nacional. También se instalaron los comerciantes en el Portal de Mercaderes y el antiguo Palacio del Ayuntamiento.
El tiempo pasa y algo queda siempre en el Zócalo. Cada mañana se iza la gran bandera y cada tarde se arría. Grupos de turistas toman fotos a los concheros o danzantes aztecas. Suena Ella en un organillo. Los boleadores trabajan. Por la calle venden rebozos y juguetes de plástico. Los curanderos hacen limpias. Puedes ir a un moderno restaurante o comer una tlayuda. Los domingos hay zumba, se organizan conciertos mientras un predicador habla para el que quiera escuchar. Los jóvenes toman selfies. El Zócalo permanece igual. Somos todos figurantes en esta escena.