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¿Por qué me duele la rodilla al doblarla?

Poradmin

Oct 29, 2021 #_Belleza, #_Hogar, #_salud

CDMX 29/10/ 2021.-  La rodilla es una de las articulaciones con más riesgo de presentar lesiones. Para tratar de prevenir la aparición de daño y dolor en la misma es importante entender su función y los mecanismos implicados tanto en el estiramiento como en la flexión, evitando, por un lado, pequeños gestos que resultan muy perjudiciales para esta articulación porque la fuerzan y, por otro, realizando movimientos que favorecen su conservación en buen estado.

La rodilla es una de las articulaciones más complejas del organismo humano, en la que se unen tres huesos, en concreto, fémur, tibia y rótula, junto a ligamentos (cruzado anterior, posterior, interno y externo), tendones, músculos, cartílagos, meniscos y bursas. Su función es sostener el peso del cuerpo cuando estamos de pie, caminamos o corremos, razón por la cual la rodilla debe tener una gran estabilidad, y en ella se insertan los músculos que nos permitir extender y flexionar la pierna.

Para permitir la flexión el fémur debe rodar sobre la meseta tibial a la vez que la rótula desciende, mientras que en la extensión el fémur rota hacia atrás y la rótula asciende, explica Margarita Alonso, de la Clínica Emendare Fisioterapia, en Oviedo quien señala que el daño en cualquiera de las múltiples estructuras que integran la rodilla puede manifestarse en forma de dolor cuando la doblamos.

Esta experta recuerda que el dolor es siempre un síntoma de que algo no va bien. “Es un aviso, la forma que tiene el cuerpo de defenderse”, por eso es importante prestarle atención y cuando se presenta es necesario consultar con un especialista que determine su origen y la causa que lo está provocando para poder ponerle solución.

En el caso de la rodilla, la situación de dolor más problemática es cuando se produce en el momento de la descarga. “Si estamos de pie, querernos ponernos en cuclillas y nos duele es preocupante, pero no tanto como si estamos en la cama, intentamos flexionar la rodilla y sentimos dolor porque en este caso no estamos haciendo carga y cuando la hagamos el dolor va a ser aún más intenso”.

Posibles causas del dolor al flexionar la rodilla

El dolor en la rodilla cuando la flexionamos puede estar motivado, entre otras causas, por:

  • Sobrecarga.
  • Que la bursa (una especie de bolsa móvil que reduce la fricción entre las partes móviles de la articulación favoreciendo la lubricación) segregue más líquido del necesario y en la flexión se comprima provocando dolor.
  • Tensión excesiva en el cuádriceps, en el tendón rotuliano o en el cuadricipital, que da lugar a desajustes que acaban causando dolor.
  • Patologías o problemas de menisco, ligamentos, en los isquiotibiales o de cartílagos, entre otros, también pueden provocar dolor.

Cómo aliviar el dolor y prevenir su aparición

Para minimizar el riesgo de aparición de dolor o atajarlo precozmente cuando se inicia algunas recomendaciones son:

  • Administrar frío.
  • Practicar reposo relativo, para lo cual es importante que toda la estructura esté ligeramente flexionada, es decir, ni doblada ni estirada del todo.
  • Evitar prolongar posturas mantenidas en el tiempo. “Si se está mucho tiempo sentado es importante adelantar o retrasar los pies cada cierto tiempo para variar la posición de la rodilla y situarla en diferentes grados”.
  • En postura tumbada puede ser útil colocar un cojín o una toalla debajo de las rodillas para que la articulación esté en reposo pero no resulte forzada, manteniendo una ligera flexión.
  • Trabajar todo el rango articular de la rodilla de una forma completa. “La tendencia es a utilizar la rodilla hasta 90 grados porque es lo que necesitamos para sentarnos en una silla, en el sofá o conducir, por citar algunos ejemplos, y cuando nos agachamos en cuclillas o sentamos sobre los talones provocamos mucha tensión sobre las rodillas”, explica Alonso. Por eso es importante trabajar de modo continuado y progresivo todo el rango articular de la rodilla para que en esas situaciones que generan más tensión sobre la articulación no sufra y resulte dañada. “Es importante, siempre que no haya nada que lo desaconseje, trabajar para llegar progresivamente a esas posturas o posiciones más comprometidas”, apunta esta fisioterapeuta.
  • Controlar la forma de pisar y el estado de las suelas del calzado. Cuando las suelas de los zapatos comienzan a estar desgastadas es fácil que favorezcan una mala pisada, hacia dentro o hacia afuera y ello provoca desajustes musculares y tensión en los tendones que redundan en que la rodilla no se articule debidamente.
  • En caso de que se presente dolor es fundamental consultar con un fisioterapeuta o un traumatólogo para determinar dónde está el origen y “que indique que movimientos hay que ir realizando progresivamente en un mayor rango articular y con más carga hasta recuperar la función completa”, señala esta especialista.
  • Realizar correctamente ejercicios como las sentadillas. En este tipo de actividad que se practica para fortalecer la musculatura de piernas y glúteos la rodilla sufre mucho si los ejercicios no se desarrollan en una postura adecuada. “Es fundamental que la rodilla al agacharnos no avance por delante de la puntera del pie, sino que se mantenga dentro de la base de sustentación”, precisa Alonso.

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