Si los rodillos de jade ya son un must en nuestros rituales de belleza, los masajes Gua Sha llegan también para quedarse. Ambos tratamientos están basados en el mismo principio: con una piedra o cristal específica se realizan masajes faciales que estimulan la circulación sanguínea, tersan la piel y hacen que tus productos antiedad se absorban mejor. Procedente de Asia, el masaje con piedra Gua Sha se aplica en 7 puntos de la cara y tiene numerosos beneficios en tu piel.
Tradicionalmente, estas piedras se utilizaban en otras partes del cuerpo, sobre todo en la espalda, para eliminar las capas más superficiales de la piel a través de la fricción. Eran masajes mucho más agresivos que, en mchas ocasiones, generaban rojeces. Este ritual se ha trasladado al cuidado facial y se ha convertido en una de las tendencias de beauty más vistas en Instagram. Puede hacerse o con piedra de jade, con propiedades calmantes, o con cuarzo rosa, con propiedades detox para tu piel. El masaje debe trabajar principalmente 7 puntos del rostro:
- Cuello: mueve la piedra por esta zona del cuerpo creando diferentes formas, movimientos ascendentes y descendentes, en formas circulares…
- Mentón: debes ejercer diferentes presiones de arriba abajo, dibujando el contorno del rostro.
- Línea de la amargura: desde la parte superior del labio hasta el mentón.
- Pómulos y mejillas: haz movimientos de la nariz hacia el pómulo, variando los movimientos y las presiones.
- Contorno de ojos: el efecto frío es particularmente eficaz en esta zona de la cara. Sigue la líneas de las cejas hasta las sienes y, después, aplica pequeños golpes de frío en la zona inferior del contorno de ojos.
- Código de barras: reduce las arrugas de expresión tan marcadas en esta zona deslizando la piedra en esta zona repetidas veces.
- Frente: presiona desde la zona del entrecejo hasta el nacimiento del cabello varias veces.
¿Cuándo incorporar el masaje facial en tu rutina de belleza?
Cuando hablamos de cosméticos y rutina facial, el orden de los factores sí altera el producto. Esto incluye el uso del rodillo de jade y la piedra Gua Sha, usados en el momento idóneo dentro de los pasos de nuestra rutina facial de día y de noche serán mucho más efectivos. El primer de nuestra rutina facial de día debe ser siempre una correcta limpieza. Mientras dormimos, nuestros poros secretan grasa y sudor y, además, pueden almacenar restos de los productos de nuestra rutina de noche al despertar. Por ello, es imprescindible lavar la cara por la mañana con un limpiador facial.
Cuando tenemos la piel limpia, pasamos a aplicar el sérum. Lo ideal es que contenga antioxidantes para que nos ayuden a combatir los radicales libres y puedan frenar el envejecimiento cutáneo. Es en este momento cuando el rodillo de jade y la piedra Gua Sha entran en escena. Aplica unas gotas de tu sérum sobre la piel y efectua el masaje con uno de estas dos piedras. De esta forma, los activos de tu sérum se absorberán mejor y, además, tu piel quedará fresca y luminosa.
El siguiente paso es el de hidratación, aplica tu crema hidratante sobre la piel para que esta quede tersa y suave. Por último, pero no menos importante, aplica un protector solar que proteja a tu piel de las agresiones de los rayos UVA/UVB. Después de este ritual, tu piel estará lista para aplicar el maquillaje.
Por la noche, usa las piedras Gua Sha o el rodillo de jade después de la limpieza facial, cuando estés aplicando el sérum. Tu piel quedará relajada, absorberá mejor los ingredientes de tus productos faciales y, por la mañana, se verá más luminosa y radiante.
