Así se desprende del estudio “Covid-19 y Jubillennials: Impacto en los hábitos de vida saludable de la población española”, presentado en rueda de prensa virtual.
Realizado por Vivaz, la marca de seguros de Salud de Línea Directa Aseguradora, la encuesta entrevistó online a 3.400 personas, de entre 35 y 75 años, en todo el territorio español, desde el 8 al 13 de mayo de 2020, es decir en pleno confinamiento.
A pesar de ser uno de los colectivos de riesgo y de los más golpeados por la pandemia, los Jubillennials (término acuñado por la aseguradora) han demostrado mayor resistencia psicológica y física al confinamiento.
De hecho, el 52 % no ha tenido cansancio o falta de energía y el 66 % no ha perdido el interés en hacer cosas.
Porcentajes similares a los de idéntico estudio realizado el año pasado por la citada aseguradora entre la población de esta edad.
Sin embargo, casi 4 de cada 10 de entre 35 y 44 años admiten que han llevado esta situación del confinamiento mal o muy mal.
Para Manuel Castillo, catedrático de la Facultad de Medicina de Granada y presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad, lo “más sorprendente” de los resultados que arroja la muestra es la buena percepción que de su salud y bienestar dicen tener los encuestados.
Castillo ha explicado que el coronavirus no ha cambiado la buena percepción que la población de 35 a 75 años de edad tenía de su salud en 2019: el 30 % la sigue considerando buena y el 60 %, muy buena.
Aunque, ha matizado, que sí se advierte un relativo empeoramiento en los más mayores.
Otro resultado que también ha sorprendido es que los hábitos saludables de los Jubillennials tampoco han variado de un año a otro:
El 86 % sigue sin fumar, el 79 % continúa llevando una alimentación saludable y el 57 % hace ejercicio físico al menos tres veces por semana.
Además, los mayores son los que tienen mejor calidad de sueño, y eso que entre los encuestados un 17 % afirmó haber perdido a un familiar o un amigo por culpa de la Covid-19.
En opinión de Castilllo y a la vista de las conclusiones, el coronavirus “no ha conseguido doblegarlos”.
Su resiliencia traspasa las fronteras del confinamiento y se han sentido menos depresivos y desanimados que la generación X.
Así, el 64 % de los entrevistados, de entre de 60 y 70 años, no se ha sentido deprimido ningún día.
Porcentaje que baja hasta el 53 % entre los españoles de 50 años y al 48 % entre los de 40.
Según las fuentes se puede concluir también que los más jóvenes empezaron el encierro por el coronavirus con gran fortaleza, como quedó patente en las primeras semanas de cuarentena con la avalancha de vídeos de padres e hijos disfrazándose y organizando juegos.
Pero al final, la situación también ha acabado siendo más llevadera para nuestros mayores desde el punto de vista del estado físico y la motivación.
Posiblemente haya sumado el hecho de que los los Jubilliennials se criaron en las décadas anteriores al gran desarrollo económico de España, en los años de la posguerra, con mayor carestía, menos comodidades y posibilidades.
Lo que a juicio de los analistas de esta muestra “habría forjado un carácter que les permite soportar mejor estas circunstancias”.
Generación X: mayor carga
Hay que considerar, no obstante, que los ciudadanos de entre 35 y 55 años de edad han tenido que afrontar durante los más de dos meses de confinamiento un sobreesfuerzo de conciliación familiar y laboral debido al cuidado de los hijos menores.
Además de la atención de las labores del hogar al tiempo que teletrabajaban, y la presión piscológica o el estrés de los que han sufrido un ERTE o la pérdida de empleo.
Este sobreesfuerzo se ha reflejado más en las respuestas de las mujeres.
Y aunque las generaciones más jóvenes se han mostrado más irritables, no se puede obviar que el confinamiento ha elevado un 35 % el nivel de intranquilidad o ansiedad entre los Jubillennials respecto a la encuesta de Vivaz de 2019.
Infografía estudio VIVAZ
Jubillennials: Trastornos del sueño
Los Jubillennials españoles también descansan mejor: el 42 % dice haber dormido bien o muy bien durante el último mes, frente al 31 % de quienes tienen entre 35 y 54 años.
Eso sí, la Covid-19 ha quitado el sueño a quienes están al borde de la jubilación, en torno a los 60 años: el 24 % (un 71% más que en 2019) dice ahora dormir bastante mal, mal o muy mal.
Hábitos saludables
De nuevo sorprenden las respuestas: El 57 % de los jubilados ha respondido que hacía deporte al menos tres veces por semana, dos puntos
porcentuales más que en 2019 y por encima de la población de entre 55 y 65 años (52 %).
El 79% ha asegurado que sigue una alimentación saludable, frente al 68% en el caso de quienes tienen entre 55 y 64 años.
También fuman menos: solo el 13 % lo hace todos los días.
Vida social
En lo que sí ha pasado factura la Covid-19 a los jubilados más que a los trabajadores en activo es en su vida social: si el año pasado el 57 % declaraba tener una vida social activa, ahora es el 53 % quien lo manifiesta.
Según Seguros de Salud, “estos datos desmontan el mito de que con la edad nos volvemos más cascarrabias, ya que, en general, el estado de ánimo y la paciencia presentan valores más positivos a medida que envejecemos.
Y, en general también, nos preocupamos más por llevar una vida saludable.
Algo que las fuentes indican se ha mantenido, e incluso intensificado, durante estos meses de confinamiento por la Covid-19.
