Por Andrea Aguilar
CDMX a 10 de diciembre, 2023 (Noticias de México).- La Nueva Basílica de Guadalupe fue construida por dos arquitectos: Pedro Ramírez Vázquez y José Luis Benlliure Galán. La primera piedra se colocó el 12 de diciembre de 1974 y fue bendecida por el cardenal arzobispo de México, el doctor Manuel Darío Miranda. La obra estuvo lista en un tiempo record de 2 años, siendo el 12 de octubre de 1976 la fecha de inauguración.
En su artículo La Basílica del siglo XX en La Villa de Guadalupe, el arquitecto Juan Artigas explica que los motivos por los cuales se tomó la decisión de construir este templo, fueron el crecimiento demográfico en el país (cuya población pasó de 20 millones de habitantes a más de 100, entre los años 1950 y 2000) y el deterioro de los edificios antiguos, que tras hundirse las estructuras provocó la compresión del terreno.
El proyecto se planeó considerando responder a una arquitectura de actualidad, pero que no restara el espíritu tradicional de La Villa, ni recurriera a elementos de otras épocas.
Es así que se decidió un diseño arquitectónico directamente relacionado con símbolos de la guadalupana. Al observar desde fuera este recinto, puede apreciarse como la parte alta de él, donde se ubica la cúpula, ésta hace referencia a la corona de la virgen, seguida más debajo de un semicírculo que la rodea, el cual representa los brazos de la virgen abrazando a los fieles.
El techo de tonos que a veces se perciben verdes y otras azules –según la perspectiva de quien mira– simboliza el manto de la virgen con el que cubre a los peregrinos del frio.
El cupo de la construcción se pensó para 10 000 personas en el interior y 30 000 en la plaza. Justo arriba de la entrada principal se colocó una capilla abierta, con el fin de recordar las capillas del siglo XVI donde se daban las primeras misas para los indígenas que no estaban acostumbrados a ingresar a un templo.
Al principio los feligreses no vieron con buenos ojos esta propuesta arquitectónica, ello por considerársele atrevida debida su modernidad, muy distinta a lo acostumbrado para este tipo de recintos. Con el paso del tiempo la comodidad del inmueble consiguió ganar la aceptación de sus visitantes.
Vale decir que al ser un lugar donde se estima sucedieron las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, la presencia de la imagen de este importante símbolo del catolicismo nacional, es lo que convierte el lugar en santuario.
Esta pieza fue trasladada al sitio el 12 de octubre de 1976. Y gracias a la costumbre existente desde épocas antiguas, de que los feligreses deben contemplar de cerca las imágenes del culto, es posible acercarse a la imagen por medio de una rampa mecánica.
Como último dato, merece la pena mencionarse que la Basílica cuenta en su interior con una excelente biblioteca de temas marianos y el Museo de la Basílica de Guadalupe, cuyo objetivo es conservar, estudiar y difundir, cerca de 4000 bienes culturales resguardados en el sitio. Asimismo, este último proporciona visitas guiadas gratuitas y da servicio los viernes a partir de las 11 de la mañana, incluye una librería en donde puede adquirirse bibliografía de interés religioso.
Fotos. Bruno Cortés /Maya Comunicación
